¿Es saludable comer golosinas?

La respuesta es, en general, un rotundo “no” y debemos estar bien informados de ello. ¿Qué puede ser más satisfactorio para unos padres que ver a su niño pequeño con una carita sonriente y de disfrute? En muchas ocasiones, se busca en las chucherías la forma de endulzar la vida de los niños y hacerles el regalo perfecto que nunca falla.

Muchas veces, utilizamos las golosinas para premiarlos por haberse portado bien, comerse toda la merienda, hacer los deberes…etc, algo que puede convertirse en un hábito tan divertido como peligroso para ellos.


¿Cómo afectan las golosinas a la salud de los niños?


Las chucherías suponen una ingesta de azúcares innecesaria para el organismo, su consumo frecuente está relacionado con la obesidad y la caries. Además, los componentes de las golosinas pueden producir malas digestiones, hinchazón abdominal y se han relacionado con ciertos parásitos intestinales, diabetes y problemas cardiovasculares.

Los expertos en dietética afirman que las golosinas carecen de interés nutricional, ya que aportan:

– Demasiadas calorías (de 320 a 360 calorías por cada 100 gramos).

– Demasiados azúcares (entre 70 y 80 de cada 100 gramos son azúcar). Una bolsa de chucherías puede aportar la mitad de azúcar que un niño necesita al día.

– Aditivos.

El azúcar es necesario para nuestro organismo, ya que atrae nutrientes como el magnesio, fósforo y algunos tipos de vitaminas, sin embargo, un exceso de azúcar deteriora nuestra salud, causando deficiencias en los glóbulos blancos (parte de las defensas de nuestro organismo) y favoreciendo así que tengamos más catarros e infecciones.

Por otro lado, las golosinas que quedan adheridas a nuestros dientes, generan acidez en nuestra saliva, deteriorando así el esmalte dental y favoreciendo la aparición de caries.


¿Cómo prevenir los efectos negativos de las golosinas?


La mejor forma de prevenir las consecuencias negativas de las chucherías es no ingerirlas. En los alimentos podemos encontrar azúcares saludables que nos aporten la energía necesaria sin dañar nuestra salud, tales como las frutas, los zumos o los cereales.

En todo caso, si se consumen golosinas, es importante hacerlo de forma esporádica en pequeñas cantidades y no olvidar lavar muy bien los dientes tras su consumo.

En el mercado, existen ciertas golosinas sin azúcar, elaboradas con edulcorantes que proporcionan un sabor intenso sin apenas calorías. Sin embargo, estos productos se han relacionado con dolores abdominales y diarreas por su efecto laxante.

Es importante concienciar a los niños sobre las consecuencias del consumo frecuente de golosinas para que no las consuman a escondidas, así como a los abuelos u otras personas cuidadoras.


Ingredientes de las golosinas


Las golosinas están elaboradas con: glucosa, dextrosa, jarabe de caramelo, colorantes, acidulantes potenciadores del sabor, gelificantes, aceites y ceras.

Los aditivos o colorantes suelen usarse para colorear las chucherías, de ahí que encontremos “flashes” o palomitas de colores variopintos. Estos productos, en general, no son perjudiciales para la salud, pero en personas predispuestas se han dado reacciones alérgicas cutáneas o ataques de asma en niños con este problema.