Un bebé llorando desconsolado es uno de los peores tragos para los padres. No tiene hambre, no tiene sueño, no está mojado, pero aun así no deja de llorar para desespero de sus progenitores. En la mayoría de casos estos lloros sin explicación aparente se pueden atribuir a los denominados cólicos del lactante.
Se caracterizan por un llanto irritante, normalmente por la tarde, el bebé puede estar horas llorando sin que los padres puedan hacer nada por evitarlo.
No se trata de un llanto esporádico, muchas veces los bebés están irritados y tienen episodios de llanto sin que esto sea indicativo de ningún problema. Pero cuando estos lloros se repiten al menos tres veces a la semana, durante varias horas y por más de tres semanas se trata de un caso de cólicos.