Estrés en bebés prematuros

Aunque parezca que las palabras bebés y estrés no pueden llegar a tener relación, lo cierto es que los bebés prematuros pueden sufrir este problema. Y es que, además de que son más frágiles y débiles de lo habitual, puede que cualquier alteración a su alrededor pueda llegar a causarles esta sensación.

De este modo, simples hechos o gestos como cambiarle de pañal, darle de comer o algunas pruebas, tales como la extracción de sangre, ecografías, radiografías pueden hacer que se excite demasiado.

Los cambios bruscos como puede ser pasar de una habitación oscura a otra iluminada o los ruidos fuertes también pueden hacer que el pequeño muestre síntomas de que está estresado.


Los bebés prematuros son muy propensos a sufrir estrés


Por ello, será importante que sus padres observen sus comportamientos para detectar si presenta alguno de las reacciones propias de un bebé que sufre estrés. Entre ellas, cabe destacar, el hecho de que el pequeño no responda a los estímulos o se canse de responder a ellos al poco tiempo. En ocasiones, puede ser que el pequeño no sea capaz de prestar atención a dos estímulos diferentes como pueden ser hablarle y a la vez darle de comer. También puede que se den cuenta de que el niño no es capaz de mantener fija la mirada o que, tras hablarle, por ejemplo, se sobreexcite y resulte muy complicado lograr que vuelva a calmarse y se sienta cómodo y tranquilo.

Asimismo, también hay otros indicativos como el hecho de que, cuando se estrese, su piel incluso cambie de color, su respiración y ritmo cardiaco sean desiguales o que arquea su cuerpo, tiemble, se estire demasiado o por el contrario, esté demasiado flojo, como si no tuviera fuerzas. También se considera otro síntoma el hecho de que no se mantenga en posición fetal, ya que, durante los primeros meses de vida de los niños es muy frecuente que adopten esta postura.

Ante ello y si los padres creen que su hijo puede sufrir estrés, será importante que acudan a su médico y le comenten el caso, ya que, les aconsejará qué hacer o le realizarán pruebas al pequeño para comprobar que no se trata de otro tipo de problema o trastorno. Aún así, hay ciertos consejos o recomendaciones que pueden seguir los padres para intentar ayudar a su bebé.


Consejos para evitar el estrés en bebés prematuros


De este modo, será conveniente que no le expongan demasiado a diferentes estímulos, sobre todo a ruidos o luces que le sobresalten y no le aporten tranquilidad, ya que así acabará manifestando esa sensación de agobio. De este modo, aunque poco a poco el pequeño se irá adaptando y acostumbrando a los cambios, si observan que muestra síntomas de estrés, le deberán llevar a una habitación tranquila, apartada del bullicio, con una temperatura agradable y preferiblemente con luz tenue.

También será muy útil acercarle las manitas a la boca, para que las chupe, ya que eso le tranquilizará, así como algún juguete indicado para bebés que no tenga sonidos. Además, los padres no deberán pensar en que, al hablarle, se tranquilizará, ya que, puede que esto le sobreexcite aún más. Sin embargo, en algunos casos el susurro de la voz de su madre o el sonido de una melodía relajante puede hacerle sentir cómodo.