Grietas del pezón

Dar el pecho tiene muy pocos inconvenientes, de hecho si se hace de forma correcta, es muy difícil que surjan problemas. Pero en ocasiones hay mujeres a las que la succión del bebé durante la lactancia les provoca grietas en los pezones.

No es un problema que haya que tomar a la ligera, primero porque es muy doloroso para la madre, dar el pecho con esta molestia implica que no va a ser el acto tranquilo y de unión madre e hijo que se supone debe ser, si no algo incómodo para ambos, ya que las sensaciones de la madre se transmiten a su bebé.

Pero además, la aparición de estas grietas es una de las causas por las que se abandona antes de tiempo la lactancia materna, incluso hay mujeres que las temen ya durante el embarazo y se muestran reticentes a dar el pecho.


Suele estar causado por una mala forma de succión del bebé


Esto es lo que hay que evitar y, como casi en todo, lo mejor será la prevención. Lo más importante va a ser enseñar al bebé a agarrarse al pezón de forma adecuada, y mantener una posición adecuada. Y es que gran parte de los problemas de grietas surgen porque el bebé coge solo el pezón y no toda la aureola. Dar el pecho no tiene que ser doloroso, por eso, en el momento que notemos que algo no va bien hay que retirar la boca del bebé del pecho y ayudarle para lo tome como es debido. El bebé también puede agarrase mal debido a un frenillo corto o a que ha viciado la postura con el uso de chupetes y tetinas.

Si conseguimos que succione correctamente la incidencia de grietas será mínima. Otras veces se dan porque el pecho está demasiado lleno y el pezón queda aplastado, por lo que el bebé tiene que ingeniárselas para hacerse con él, a costa de la madre. La higiene también va a ser un factor a considerar en el surgimiento de grietas. No son buenos demasiados lavados, tampoco mantener los pezones húmedos, ni el uso excesivo de discos de lactancia ya que mantienen esa humedad.

Si pese a todo no hemos podido evitar padecer grietas hay una serie de medidas que deberemos tener en cuenta, además de vigilar bien la postura. Hay que ofrecer primero el pecho sano para que el bebé llegue saciado al segundo, incluso podemos ofrecerle solo uno y extraer manualmente la leche del otro, una vez recuperado podremos volver a la normalidad. Los pezones deben quedar bien secos después de la toma, no es bueno que entren enseguida en contacto con otros tejidos o con los discos, venden dispositivos especiales que permiten que el pezón herido no quede pegado a la ropa.


Otras opciones contra las grietas del pezón


Respecto a los tratamientos no hay muchas opciones, existen pomadas antigrietas pero, además de no ser demasiado eficaces, deben ser retiradas para cada toma. Lo mejor es la lanolina purificada, una cera natural que se aplica directamente sobre el pezón y que no hay que retirar cada vez. Otro de los remedios más eficaces es la propia leche, se aplica sobre el pezón y se deja secar al aire.

Pese a que es una experiencia difícil, las grietas tienen solución y si una vez superadas tomamos las medidas para que no vuelvan a aparecer podremos seguir con la lactancia materna y todas sus ventajas.