La música estimula la lactancia

Se conoce el gran poder que tiene la música y, al igual que se recomienda a las embarazadas hacer que sus pequeños escuchen melodías mientras están aún dentro del vientre materno, también la música sirve como estimulante cuando llega el momento de la lactancia materna.

Numerosas investigaciones han demostrado lo beneficioso que puede llegar a ser que, mientras que la madre amamanta a su pequeño haya música a su alrededor.

A ello debe unirse el hecho de que la mamá se encuentre relajada y tranquila, ya que, así podrá transmitírselo a su bebé y de ese modo, facilitar este momento nuevo, tanto para la mamá como para el niño.


La música ayuda a relajarnos, y por tanto, nos ayuda a amamantar


De este modo, tomando estas dos hipótesis de partida, Salomé Suárez, estudiante de musicoterapia procedió a realizar un experimento específico sobre este tema en el área de neonatología del Hospital Valle del Nalón, que se localiza en Asturias. Así, tras este periodo de evaluación y estudió llegó a la clara conclusión de que si se crea un entorno musical adecuado, el bebé se relaja y su madre también, consiguiendo y facilitando la lactancia. Asimismo, en cuanto al tipo de música con la que se obtuvo mejores resultados, este estudio destaca que el chill out y las melodías con sonidos propios de la naturaleza son las que tienen un mayor efecto relajante sobre los bebés, que a su vez, influía en que tomaran mejor el pecho.

De hecho, en dicho estudio, que constó de dos fases, primero se apostó por melodías de Mozart, de música clásica, para luego elegir otras que fueran menos estimulantes y más relajantes, que son las que finalmente lograron calmar a los pequeños. De este modo, aunque las obras del gran Mozart juegan un papel importante mientras el pequeño está en el vientre de su madre, parece que para la lactancia, la música ambiental consigue con mayor éxito dicho objetivo.

Por último, gracias a dicha investigación se supo que el proceso de amamantar al pequeño depende de factores externos e internos. En cuanto a los externos, además del acompañamiento musical, también se recomienda una habitación apartada del bullicio, con una temperatura adecuada, ni mucho calor, ni frio. Los factores internos no son más que el propio estado anímico de la madre, ya que si se encuentra tranquila y no está estresada, todo ello facilitará la conexión con su pequeño y lo alimentará sin ningún problema.


La música también ayuda a a que el bebé se relaje


Sin duda, el periodo en el que el pequeño recibe la leche materna es muy especial, tanto para la madre como para él, por lo que, los padres deberán prestar atención a que el ambiente sea el adecuado y como se ha dicho, no deberán olvidar que la música puede tener un papel fundamental, relajando y tranquilizando a ambas partes. Se establece una relación muy estrecha entre ellos y por eso, la madre debe ser consciente de que no debe impacientarse si no coge el pecho de primeras o si le cuesta al principio. Es un proceso lento pero muy especial. Sin duda, el pequeño sentirá el estado de su madre, por lo que, debe dejarse llevar, al igual que su hijo, por el ambiente creado.

Existen multitud de obras musicales creadas especialmente para relajar y crear un ambiente de paz y calma. Por ello, no será complicado que los padres encuentren una melodía en la que, por ejemplo, se escuche el sonido del mar, el crujir de las hojas de los bosques y del canto de los pájaros. Ya se ha demostrado que estos sonidos o hilos musicales favorecen que el pequeño se sienta cómodo y coma mejor.