¿Por qué nuestros ombligos son diferentes?

No son pocas las personas que se avergüenzan de su ombligo y se quejan de la intervención de la comadrona a la hora de cortarlo o de los malos cuidados que debió recibir en el momento de su nacimiento, sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que su forma se debe a la propia naturaleza.

El cordón umbilical, ese nexo de unión entre el feto y su madre, es un tubo flexible que llega desde una pequeña abertura en los músculos abdominales del bebé, hasta la placenta.

Una vez que el pequeño ha nacido, comenzará a recibir oxígeno y nutrientes por otros medios, el cordón umbilical pierde totalmente su función, por lo que debe cortarse inmediatamente.

Pasados unos días de vida del bebé, los restos de cordón umbilical se desprenden y dejan una pequeña cicatriz, que normalmente se cierra por completo, dejando una depresión en la piel que constituye el ombligo.


¿Cuál es la causa de las diferencias entre los ombligos?


La distinción más frecuente entre los ombligos se relaciona con aquellos que son hacia adentro y los que son hacia afuera, la mayoría de las personas tienen esta cicatriz hacia adentro. Existen ombligos con mucha piel, denominados “cutáneos” y otros que quedan por debajo del nivel del abdomen “amnióticos”, pero en ningún caso, su condición se forma por la zona en la que se haya cortado el cordón umbilical al nacer, ni de la colocación de la pinza, sino de la propia naturaleza. La forma de nuestro ombligo depende de la zona que ocupa en los músculos abdominales y de la configuración de dicha musculatura.


¿Existe alguna forma de mejorar la forma del ombligo?


Antiguamente se usaban técnicas caseras para evitar que el ombligo saliera hacia afuera, tales como colocar una moneda u otros inventos. Estos procedimientos no solo son inútiles sino que además pueden suponer un riesgo para la adecuada curación de la cicatriz del bebé. Lo más importante es prevenir la infección y vigilar la aparición de hernias umbilicales.


¿Cómo prevenir la infección en el ombligo?


Desde el primer día de nacimiento, es necesario realizar curas del cordón umbilical. Para ello, se recomienda lavar la zona, desinfectarla con antisépticos y secar bien la piel, al menos tres veces al día, aprovechando los cambios de pañal.

Alrededor de la segunda semana de vida, suelen desprenderse los restos del cordón umbilical, es importante saber que en ningún caso se debe estirar para acabar de desprenderlo. Una vez que el cordón ha caído, se debe seguir con los mismos cuidados durante unos días.


¿Cómo reconocer una hernia umbilical?


En algunas ocasiones, los tejidos del abdomen no sellan adecuadamente y parte del contenido intestinal sobresale a través del ombligo. Debido a que éste, se encuentra ya recubierto de piel, se observa un abultamiento, conocido como hernia umbilical (en el ombligo). Suele ser indolora, pero molesta, por lo que debemos consultar al pediatra lo antes posible. Normalmente, las hernias se cierran espontáneamente durante los primeros cuatro años de vida, en otros casos, es necesario recurrir a la cirugía para resolverlas.