A un niño con problemas de aprendizaje no le falta inteligencia

Con frecuencia, cuando un pequeño obtiene malos resultados en el colegio sus padres suelen pensar que no es inteligente, aunque, no tiene por qué ser un problema de inteligencia. Y es que, puede ser que el niño tenga dificultades de aprendizaje, es decir, que realmente no hay que pensar en que sea más o menos listo.

Así, es importante identificar este tipo de dificultades para encontrarles una solución cuanto antes.

De hecho, los pequeños que tienen este problema, tienen tendencia al fracaso escolar pero no por el hecho puntual de no saber restar o sumar, por ejemplo, sino por ese problema de aprendizaje que hará que les cueste captar las ideas, así como procesarlas, asimilarlas y ponerlas en práctica.


Los niños con problemas de aprendizaje deben recibir un apoyo adicional


De este modo, será fundamental que los padres, así como los profesores, en estos casos, presten atención a los pequeños y que, si presenta estas dificultades se acuda a un especialista.

De hecho, existen algunos signos o señales que pueden ayudar a que las personas que rodean al pequeño se percaten de que tiene dificultades a la hora de aprender. Por ejemplo, es frecuente que al niño le cueste más de lo habitual entender lo que se le explica y, por consiguiente, seguir esos pasos o indicaciones. Asimismo, otro síntoma frecuente o indicio de que puede existir este problema es el hecho de que no sea capaz de recordar aquello que se le ha dicho en un corto periodo de tiempo. Y es que, en ocasiones, padres o profesores suelen caer en el error de pensar que se trata de falta de atención por parte del pequeño, que no les escucha, que no se interesa por aquello que le están explicando. Sin embargo, a pesar de que se le acaba de decir, el niño no es capaz de asimilarlo y por eso lo olvida con demasiada facilidad.

En estos casos es también frecuente que muestre dificultades a la hora de leer, así como escribir y sobre todo, a la hora de hacer ejercicios relacionados con asignaturas como matemáticas. Y es que implica una serie de destrezas que le resulta difícil de aprender y repetir. También suele ocurrirle que no consiga distinguir con facilidad la derecha y la izquierda e incluso que confunda letras y números.


Los problemas de aprendizaje no se manifiestan sólo en la escuela


Sin embargo, no sólo presentará estas dificultades en el ámbito escolar, ya que también hacer tareas cotidianas puede costarle. Simplemente el hecho de atarse los cordones de los zapatos o caminar puede resultarle difícil, demostrando así que tiene dificultad para aprender. También puede ocurrirle, por ejemplo, al practicar algunos deportes. Del mismo modo, le resultará complicado situarse en el tiempo, es decir, contar lo que hizo ayer y relacionarlo con hoy y con lo que hará mañana. A los niños con este tipo de problemas les cuesta entender la diferencia entre los días y los espacios temporales.

Por todo ello y para evitar que no se tomen las medidas necesarias, es importante que los padres, así como todas las personas que rodean al pequeño se fijen en estos detalles. Sin duda, ponerle solución cuanto antes hará que su vida sea más fácil. Y es que, en ocasiones, estos pequeños tienen baja autoestima, ya que, se sienten incapaces o con dificultad a la hora de hacer cosas que niños de su misma edad hacen fácilmente. Por ello, será fundamental atajar este problema para que no acabe influyéndole también en sus relaciones con los demás.