Cómo crear el hábito de leer libros en los niños

Los libros son uno de los elementos que más puede hacer disfrutar a un niño. A través de sus historias conocen otros mundos, aprenden cosas nuevas y ponen en marcha su imaginación viviendo las aventuras de los protagonistas de cada historia. Fomentar la lectura resultará fundamental si queremos niños imaginativos, con sentido crítico, capaces de razonar por si mismos, curiosos y ávidos de conocimientos.

Para que el niño tenga el impulso de coger un libro y sentarse a leer, lo primero que hay que hacer es introducir los libros en su vida desde que nace.

Se puede empezar con un sencillo libro de tela, con diferentes texturas y sonidos incluso, pasará un rato entretenido jugando con sus hojas y observando los vivos colores. De ahí se puede pasar a los libros de ilustraciones, deben ser resistentes, de gruesas hojas, fáciles de manejar. Pueden ser de colores o números, lo importante será dedicar un momento del día a pasar sus páginas con el niño, comentando los dibujos, interactuando con los personajes. Poco a poco se introducirán los libros con las primeras palabras, y cuando en el colegio empiecen a trabajar la lectura, habrá que incidir en casa, de una forma lúdica para que al niño no le resulte pesado.


Crear el hábito de lectura es lo más importante: es raro que al niño le guste leer


Si todos los días le dedicamos un rato a los libros llegará un momento en que será el niño el que quiera contar sus historias, lo que hará que desee aprender a leer y esté muy motivado para ello. El papel de los padres debe ser de continuo refuerzo, hay que hacerle partícipe de los cuentos, se le pueden hacer preguntas sobre lo que pasa en cada acción dejando las puertas abiertas a la imaginación.

Igual de importante que dedicarle un tiempo al día a los libros va a ser lo que el niño vea en casa. Son imitadores natos, llegan a una edad en la que van a querer hacer todo lo que hacen sus padres, si ven que estos dedican tiempo a la lectura, aunque sea de revistas o periódicos, ellos van a querer hacer lo mismo. De hecho es muy probable que cuando vea a sus padres leyendo el niño acuda a por sus libros y quiera hacer lo mismo.


Hay que probar varias temáticas hasta encontrar la que le guste


Debe tener una buena variedad de libros por los que optar, seguramente mostrará preferencia por uno antes que por otros, pero si cuenta con libros de diferentes temáticas será más fácil que desarrolle un gusto variado y curiosidad por aprender tanto los colores, como las formas o los números. También deben ser accesibles, no sirve de nada tener una colección de libros a una altura imposible para él. Pueden estar en su caja de juguetes, en su mesa, en el revistero o en cualquier lugar donde pueda hacerse con ellos.

Ante la lectura no hay que forzar, si tiene el ejemplo en casa y el momento de leer se plantea como un juego más desde que es pequeño, no habrá que obligarle a leer. Pero si no le gusta o no tiene costumbre, habrá que darle su tiempo buscando estrategias para atraerle a los libros, quizá con libros de su personaje favorito, pero siempre de una forma agradable, todo para evitar que acabe rechazando uno de los placeres de la vida.