Cuando en casa se hablan dos idiomas los niños cuentan con un hándicap respecto al resto que se debe aprovechar. Desde que están en el vientre de su madre empiezan a percibir los sonidos y se familiarizan con el lenguaje. El de la madre será el que asimile con más facilidad, pero si el padre le habla en otro idioma también le resultará fácil de aprender.
Los bebés y los niños pequeños tienen una gran capacidad a la hora de aprender nuevos idiomas, esto es debido a que su cerebro es como una esponja, absorben gran cantidad de información, especialmente entre los 0 y los 3 años.
Hay estudios realizados por neurólogos que ponen de manifiesto como los niños son capaces de memorizar dos lenguajes a la vez en la misma región de la corteza cerebral, algo muy difícil para un cerebro adulto. En cambio los niños lo hacen casi sin esfuerzo.