Cómo fomentar la lectura en los niños

La lectura tiene grandes beneficios para los niños, entre ellos se encuentran la evasión creativa, la fantasía, el conocimiento del mundo y de los demás, la empatía y el fomento de su curiosidad. Además cuando se lee, se ponen en funcionamiento más de 20 funciones intelectuales y se fortalece la capacidad de concentración, con ello, los niños tendrán mayor facilidad a la hora de estudiar y por lo tanto un mejor rendimiento académico.


¿Qué medidas podemos adoptar en casa para crear el hábito de la lectura en los niños?


Crear el ambiente adecuado

En primer lugar, se recomienda “apagar la televisión”.

Es prácticamente imposible que un niño lea si la televisión está encendida, además es la forma de crear un clima, donde se sienta cómodo, una especie de ritual para leer, que es importante que los pequeños adquieran.

También conviene destinar un espacio para la lectura y un momento concreto. En ese tiempo de lectura, debemos mostrarnos tranquilos, dejar el estrés fuera, para poder transmitir al niño la calma que se requiere para leer.

Dar importancia a la lectura

Una forma de dar importancia a la lectura, es “invertir tiempo” en ello, conviene acudir a librerías o bibliotecas con nuestros hijos, dedicar espacios a ojear libros y que sean ellos mismos quienes los escogen, siempre con nuestra supervisión.

Otra manera de conceder valor a los libros, es dedicar un espacio para la biblioteca. De igual forma que el niño tiene un su habitación un lugar para los juguetes o su ropa, deberá tener un espacio para colocar ordenadamente sus libros.

Leer con los niños

La mejor manera de fomentar la lectura es con el ejemplo, si los niños ven que los padres leen, lo más probable es que los imiten. Actividades como leer juntos en la cama, en pijama, relajados, se convierten en un momento especial familiar que hará que el niño se reconforte y disfrute enormemente.

Cuando el niño aún no sabe leer, es conveniente que los padres lean cuentos a sus hijos todos los días. Con ello, el niño se familiariza con los libros de una forma divertida, es el comienzo de un hábito que hará que poco a poco la lectura forme parte de su ocio.

Buscar libros apropiados, con imágenes y divertidos

Es importante adquirir libros apropiados a la edad del niño, si tenemos dudas, podemos consultar a los maestros o profesionales.

Una opción interesante consiste en acudir con los niños a la biblioteca, en ella podemos encontrar multitud de libros adaptados y practicar la lectura con nuestro hijo, en un clima idóneo sin necesidad de gastar dinero.

No obligar a leer

La lectura debe ser un momento placentero, de lo contrario, más allá de convertirse en un hábito, será una tarea escolar más y una carga para el niño.

Debemos intentar marcar una pauta para leer, pero se recomienda no delimitar un tiempo concreto, sino dejar que el niño se sienta libre para continuar o finalizar la lectura.