Cómo inculcar el hábito de leer a los niños

Hoy en día resulta inimaginable que una persona pueda desarrollarse en sociedad sin saber leer. El aprendizaje de la lecto-escritura comienza en los centros escolares a muy temprana edad, de forma que al llegar a los seis años la mayoría de los niños saben leer sin muchos problemas. Pero una cosa es que sepan leer y otra muy distinta que les guste.

Saber leer es necesario, todos los niños lo hacen y pasan por todos los tramos educativos formándose en aquello considerado básico.

Pero la diferencia entre leer por obligación y leer por placer marcará las diferencias también a nivel de aprendizaje y desarrollo intelectual.

El niño que lee por placer es un niño curioso, con ansias de aprender, sus conocimientos suelen ser superiores a los del resto y tienen mucha más imaginación y por tanto una mayor capacidad de resolución de conflictos. Desarrollan y trabajan su intelecto, su sentido crítico, su creatividad, sin olvidar que tienen un vocabulario y una forma de expresarse mucho más rica. Suelen ser niños con éxito académico y con mayores posibilidades de lograr el éxito profesional. Esto no significa que los niños que no leen tanto no puedan tener estas características, pero si es cierto que se dan en mayor medida entre los amantes de la lectura.


De manera general, si los padres leen los niños leen


Si queremos que nuestros hijos disfruten de todas las ventajas que les puede ofrecer la lectura lo más importante es que nosotros mismos seamos grandes lectores. No es sencillo si no somos amantes de los libros, pero los niños aprenden con el ejemplo, especialmente a temprana edad. No hace falta que nos vean con El Quijote bastará que tengamos a menudo en las manos una revista o un periódico y que le dediquemos un tiempo al día a esta actividad. El niño querrá hacer lo mismo que nosotros y si ve que estamos sentados leyendo seguramente vaya a por su libro y haga lo mismo, aunque aún no sepa leer.

Cuando esto suceda es importante compartir con él la lectura, describirle las imágenes, contarle la historia, hacerle preguntas y pedirle que él también se involucre y nos cuente lo que ve. Es una actividad que empieza como un juego, para ello el niño debe disponer de unos cuantos libros adecuados a su edad y desarrollo, deben ser accesibles y tener un lugar concreto en su habitación.


Hay que evitar establecer la obligación de leer al niño


Una vez comience a leer el papel de los padres en casa será muy importante, puede que sea una actividad difícil al principio y por eso es necesario motivarlo, hacerlo entretenido y que no le resulte pesado. Si se convierte en una obligación acabará por no querer hacerlo.

Es bueno acudir con él a librerías o bibliotecas donde pueda elegir sus títulos favoritos o participar en sesiones de cuentacuentos. No importa que sean comics o libros de misterio, lo importante es que se sienta a gusto con un libro en las manos y comience a disfrutar de la actividad viéndola como un hobby y no como una obligación escolar.