Identificar, tratar y ayudar al niño con problemas de aprendizaje

En la escuela infantil no tenía ningún problema, jugaba y se relacionaba con el resto de los niños, pintaba, seguía las rutinas… pero al llegar a la escuela obligatoria la cosa cambió y ese niño que aparentemente no tenía problemas empezó a encontrarse con dificultades para seguir el ritmo del aula.

Suele suceder que los problemas de aprendizaje no se detecten hasta que el niño entra en el colegio y es que en la mayoría de ocasiones los problemas de este tipo poco tienen que ver con la capacidad intelectual del niño y si con falta de motivación, de organización u otros factores de tipo emocional.

También hay veces en que trastornos relativamente sencillos en el habla o la lecto-escritura pueden provocar un retraso. Y ya en un porcentaje más bajo estarían aquellos niños con algún déficit de atención que les impide concentrarse y seguir la actividad diaria.


La detección temprana del problema es muy importante


Lo más importante en cualquiera de estos casos es la correcta identificación del problema concreto que presenta el niño, cuanto antes se detecte antes se podrá poner remedio. Aquellos niños que van pasando de curso ‘justitos’, ante los que se tira la toalla solo por no haber profundizado algo más, van a arrastrar durante toda su vida ese problema y no solo les va a afectar a la hora de acceder a estudios superiores, sino también en su trabajo e incluso en sus relaciones sociales. Esto se debe a que esos niños con problema para aprender acaban creyéndose inferiores al resto, este sentimiento alimenta una baja autoestima y la sensación de que no vale la pena emprender nuevas tareas ya que se va a fracasar.

Los padres y los educadores son los que deben estar al tanto de esos problemas desde que se manifiesten los primeros síntomas. Puede que el niño esté desmotivado, en ese caso habrá que hacer atractiva la tarea o ayudarle si el problema es que se ve sobrecargado de trabajo. Crear un buen ambiente de estudio y contar con el apoyo de su familia es el primer paso para que el aprendizaje fluya sin problemas. Las situaciones conflictivas en la familia pueden también influir en el mal desarrollo de este proceso, habrá que tenerlo muy en cuenta y procurar que el niño sufra lo menos posible.


Hay trastornos que si no se detectan a tiempo son más difíciles de superar


Otro tipo de trastornos, como la dislexia, son comunes y si no se corrigen a tiempo van a hacer que el niño acumule un retraso que luego va a ser difícil de recuperar. Aquí se debe trabajar con un profesional que preste la ayuda que precise al niño. Lo mismo sucede si hablamos de trastornos más graves y que interfieren de forma determinante en el desarrollo cognitivo. La labor conjunta de padres, educadores y especialistas va a ser fundamental para que el niño desarrolle todo su potencial.

Lo importante será tener en cuenta al niño y no solo prestarse la ayuda profesional que necesite, sino también ese apoyo que impida que su autoestima caiga, debe verse capaz de superar todos los problemas y para ello sus padres serán una herramienta fundamental.