Retraso del lenguaje y del habla del bebé

Cada niño sigue su propio ritmo evolutivo, algunos aprenden a hablar antes, otros después, y esto no tiene por qué indicar ninguna anomalía. Aun así hay una serie de pistas que pueden ayudar a identificar a los padres si su hijo sufre algún retraso en esta área.

Habría que estar a atento si entre los 12 y 15 meses el niño no es capaz de decir mamá y otra serie de palabras simples, aunque sea de forma poco clara.

A los 18 meses debe ser capaz de entender palabras y órdenes sencillas. A partir de los tres años debe expresarse con oraciones breves y a partir de los cuatro años tiene que ser capaza de contar una historia simple.


Causas del retraso en el habla en los niños


Aproximadamente el 10 por cien de los niños sufre algún retraso en el habla. Las causas que lo provocan son muy diversas. Entre las más comunes estaría la pérdida de audición, el retraso en el desarrollo o el retraso mental. Pero estas no son las únicas, que el niño no hable o lo haga con dificultad también se puede explicar por aspectos sociales, por ejemplo que el niño no hable con adultos. El autismo o la parálisis cerebral son otros motivos, así como el mutismo selectivo, en este último caso el niño simplemente no quiere hablar aunque es capaz de hacerlo sin problema.

Una vez identificada la causa se podrá empezar a aplicar el posible tratamiento. Habrá casos en los que debido al factor que lo provoca la intervención se limitará a aumentar al máximo sus posibilidades de comunicación, será en trastornos como el autismo, el retraso mental o la parálisis cerebral.

La intervención más efectiva tendrá lugar en aquellos casos en los que la causa sea de tipo madurativa. No todos los niños empiezan a hablar con la misma edad y esto es algo que los padres deben asumir. Muchas veces se preocupan antes de tiempo, pero teniendo en cuenta que el desarrollo del habla combina factores innatos con otros adquiridos, si que se pueden llevar a cabo algunas estrategias para fomentar el habla.


Hablar y leer mucho en familia es fundamental para el niño


Hablarle mucho desde que nace es fundamental para que el niño se acostumbre al lenguaje y sus estructuras y tienda a imitarlo, utilizar sonidos y gestos es también recomendable. La lectura es otro pilar en el proceso de adquisición del habla, según vaya creciendo se utilizarán libros adaptados a su edad, se pueden introducir canciones y rimas. En la vida cotidiana hay que interactuar de forma constante, nombrando al niño las acciones que se llevan a cabo, los pasos que se siguen por ejemplo a la hora de hacer la comida. También se le puede ir preguntando atendiendo a su respuesta, y todo ello con un lenguaje claro y sencillo, pero sin caer en el habla infantil.

Sea cual se a el motivo del retraso en el habla, por un problema físico, de desarrollo o social, la intervención temprana será básica para dotar al niño de las herramientas y estrategias que necesitará para poder comunicarse de la forma más efectiva posible según sus posibilidades.

En todo caso siempre se debe consultar a los especialistas de lenguaje como son los maestros de audición y lenguaje o bien logopedas.