Actividades incompatibles con el embarazo

Una embaraza no tiene, en principio, que cambiar su estilo de vida, eso si, si era aficionada a los deportes de aventura o al boxeo, deberá replantearse sus hobbies, al menos durante los nueve meses de gestación.

Para saber que actividades es mejor no realizar durante el embarazo solo debe aplicar la lógica.

Todos los deportes de contacto como el fútbol, el baloncesto o las artes marciales se deben evitar, es fácil sufrir un golpe con un compañero o recibir un pelotazo, con las consecuencias que esto puede tener sobre el bebé.


Deportes acuáticos y embarazo


El agua es un medio ideal para realizar ejercicio pero no todas las actividades son aptas. Aquellas en las que se deba permanecer sumergida no son recomendables. El bebé necesita un aporte de oxígeno continuo para su adecuado desarrollo, por lo que cortar ese suministro aunque sea por poco tiempo no es bueno. Tampoco se debe practicar buceo ya que existe el riesgo de que al subir a la superficie se formen burbujas de aire en el torrente sanguíneo, lo que es malo tanto para la madre como para el bebé. Del mismo modo hay que dejar de lado actividades como el esquí acuático y otros similares por los riesgos de caídas que conlleva.

Una actividad que a priori puede realizar la embaraza es el ciclismo, pero eso sí, mejor que sea estático. Salir con la bici cuando se está en un estado de gestación avanzado puede ser peligroso. El equilibrio de la mujer embaraza ha variado y por tanto ya no es tan fácil mantenerse segura encima de la bicicleta.

Debido a este desequilibrio se deben dejar de practicar deportes como la gimnasia deportiva o salir a correr. Todo aquello que sea susceptible de provocar caídas es mejor dejarlo de lado. Puede que seamos corredoras expertas pero un traspiés lo tiene cualquiera y un golpe en el abdomen puede ser muy peligroso. Las actividades bruscas como las se pueden producir en un parque de atracciones, conllevan un riesgo considerable para el feto, así que mejor dejarlas para después de parto.


No deben realizar grandes esfuerzos ni exponernos a cambios bruscos de temperatura


Los grandes esfuerzos, cargar con mucho peso o estar mucho tiempo de pie son actividades que también es mejor no realizar.

Por último hay que tener en cuenta que los cambios bruscos de temperatura no favorecen en nada al feto, sobre todo si se producen durante el primer trimestre. Se ha demostrado que las temperaturas elevadas de la madre afectan negativamente la formación de los órganos del bebé en las primeras semanas. Así, habrá que huir de los baños en aguas calientes, saunas, jacuzzis y demás.

Ante la realización de cualquier nueva actividad si la mujer tiene dudas lo mejor es que acuda a consultar al especialista, también si no sabe si va a poder seguir con un determinado deporte o actividad. En general si era algo que la mujer practicaba con regularidad y no conlleva un riesgo excesivo no habrá problema en que siga haciéndolo, con mesura y adaptándolo a su estado. Siempre habrá que pensar primero en si el bebé que lleva dentro puede resultar perjudicado.