La lumbalgia en el embarazo

Cuando una mujer está embarazada, su centro de gravedad cambia. Por lo tanto, es muy fácil que su cuerpo se resienta, y especialmente su espalda.

Muchas mujeres embarazadas tienen problemas de lumbalgia a lo largo de sus meses de gestación. La razón es sencilla: su cuerpo se adapta, paso a paso, al crecimiento de su barriga.

Por lo tanto, la columna se desplaza hacia atrás, para compensar el vientre, y permanecer dentro del plano de los pies. En consecuencia, la zona lumbar se curva más de la cuenta, y sus músculos se fuerzan.

Además, durante la gestación se segrega una hormona que relaja los ligamentos y los huesos pélvicos, con el objetivo de facilitar el parto. Pero esto tiene, también, otra consecuencia: que las articulaciones deben trabajar más para soportar el peso del embarazo. Por lo tanto, se genera también por esta vía. lumbalgia.


Cómo mitigar la lumbalgia


Aunque cualquier mujer puede padecer lumbalgia a lo largo de su embarazo, la verdad es que pueden adoptarse una serie de medidas que ayuden a disminuir este dolor e, incluso, a que a veces no aparezca.

Para empezar, es necesario que la mujer se conciencie de adoptar una postura correcta en todo momento, desde a la hora de sentarse al agacharse para coger algo. Otra postura que hay que corregir es la de estar demasiado tiempo seguido de pie, sin moverse. Cuando una mujer embarazada debe pasar mucho rato sin moverse por su trabajo, es una buena opción apoyar un pie en un taburete. De esta manera, se intenta no sobrecargar la columna.

La comodidad también es esencial: los zapatos altos y completamente planos deben descartarse, a favor de un tacón normal de unos 3 cm , que no sobrecargue ni la espalda, ni los pies.

El ejercicio suave para embarazadas ayuda a las mujeres a reforzar los músculos de la espalda, con lo que también puede disminuir los problemas de lumbalgia. En este sentido, es especialmente positiva la gimnasia en el agua a partir del quinto mes de embarazo. El yoga también tiene efectos positivos en la relajación de los músculos, y la corrección de malas posturas. Igualmente, los masajes en la zona lumbar ayudarán a que se relajen los músculos y duelan mucho menos.


Fajas, almohadas y zapatos cómodos


También se puede optar por usar alguna ayuda externa, que ayude a sobrellevar los síntomas de la lumbalgia. Hay que tener en cuenta que existen fajas especialmente diseñadas para embarazadas, que les ayudan a mantener la postura y, por lo tanto, a que la lumbalgia no sea tan importante, ni dolorosa. Igualmente, se pueden encontrar en tiendas especializadas cojines diseñados para la lactancia, que resultan cómodos para aliviar la lumbalgia cuando se está en la cama.

De todos modos, si pese a estas recomendaciones, una mujer embarazada no consigue controlar su dolor de lumbalgia, es importante que consulte con su médico, para que éste le recomiende algún analgésico que pueda tomar, pese a su estado de gestación, y algún tiempo de ejercicio adecuado.