Neumonía en el embarazo. ¿Qué hacer?

Son muchas las enfermedades y afecciones que sin ser propias del embarazo, pueden afectar a la mujer en estado. La más común es la neumonía, entendida como la enfermedad que afecta al sistema respiratorio y que consiste en la infección e inflamación de los espacios alveolares de los pulmones.

El problema es que en la mujer embarazada presenta datos atípicos, es más difícil de tratar y puede tener un desarrollo más grave.

Los síntomas de esta enfermedad en una embarazada son los mismos que en el resto de los afectados, presentan tos, fiebre, escalofríos, expectoración, dolor torácico y disnea (dificultad para respirar). Lo que sucede es que en muchas ocasiones estos síntomas se confunden con los cambios producidos por el propio embarazo, provocando un retraso en el diagnóstico y posterior tratamiento.


Es necesario realizar una radiografía torácica


Otro de los problemas es que para diagnosticar sin lugar a duda que se trata de una neumonía, es necesario realizar una radiografía torácica y esto puede ser potencialmente peligroso para el feto. La cantidad de radiación que pasa al feto es mucho menor que la que recibe la madre, aun así, si se decide llevar a cabo, hay tomar las máximas precauciones y evitar realizarla en el primer trimestre, que es cuando se forma el sistema nervioso del bebé.

Las repercusiones que puede tener esta enfermedad sobre el feto son importantes. Hoy en día los avances en este campo permiten que mujeres con este tipo de patologías puedan llevar a buen término la gestación, aunque siempre habrá más riesgo de complicaciones respiratorias e infecciosas. En general, los bebés cuya madre han padecido esta enfermedad presentan bajo peso al nacer y también es habitual que se den partos prematuros. Los mayores problemas pueden venir si se dan cuadros altos de fiebre ya que la infección puede llegar al bebé causando malformaciones y lo mismo si la madre sufre hipoxemia (disminución de oxígeno en la sangre), ya que surgen complicaciones en el desarrollo del feto.


Tratamiento de la neumonía en el embarazo


El tratamiento a aplicar dependerá de la gravedad y la evolución de la enfermedad, cada caso requerirá de unas medidas u otras, que también tendrán muy en cuenta el momento de gestación en que se encuentre la afectada. La mujer debe también cuidarse, intentar no exponerse a situaciones que puedan provocar esta afección y cuidarse al máximo ante cualquier resfriado, para evitar que derive en algo más grave. El reposo en ambientes cálidos, y la toma de antibióticos no perjudiciales para el feto suelen ser el remedio más empleado. Entre los antibióticos considerados seguros para tratar las enfermedades respiratorias se encuentran las penicilinas, los macrólidos y las cefalosporinas.

Dado que, como comentábamos al principio, los síntomas se pueden confundir con sintomatologías propias del embarazo, la mujer en estado debe de estar especialmente alerta ante cualquier anomalía en un simple resfriado, si va acompañado de dolores o síntomas más graves debe acudir sin dilación al médico. También deberá estar especialmente atenta si padece previamente algún problema respiratorio. El asma, por ejemplo, puede derivar en mayores complicaciones respiratorias durante el embarazo, por lo que deberá tenerse bien controlado.