Cremas en el embarazo, ¿son peligrosas?

Cuando una mujer se queda embarazada sus prioridades cambian, y mantener la salud pasa a ser su principal objetivo. Para ello, toma ciertas precauciones, que muchas veces ni se toman en consideración si no se está en estado de gestación,

Ponerse una crema para la piel parece un gesto inofensivo para la salud, pero la piel absorbe muchas sustancias, que pasan al organismo.

Por eso, es importante tener mucho cuidado a la hora de usar ciertas cremas, que a veces contienen elementos malignos para la salud de una embarazada, o del feto.

Esto no significa que una embarazada tenga que renunciar a usar todo tipo de cremas. Simplemente, debe tener cuidado de elegir las que no contienen aditivos y sustancias peligrosas para el desarrollo del embarazo. Además, siempre es bueno consultar tanto con el ginecólogo como con un especialista dermatólogo, acerca de la idoneidad de usar algún producto tópico.


Sustancias peligrosas para el embarazo


El retinol es una sustancia que se emplea en algunas cremas para el acné, y que es un derivado de la vitamina A. Se ha demostrado que su uso puede ser dañino para el desarrollo del feto, al igual que las vitaminas D, E y K. Todas ellas se deshacen en grasa, y si son muy abundantes en el organismo, se vuelven tóxicas.

De todos modos, si se tiene la precaución de comprar una crema formulada de manera específica para embarazadas, no tiene porqué haber ningún peligro, ya que actualmente se fabrican con cantidades muy ínfimas de esta sustancia.

También existen medicamentos como el Isotretinol y el Etretinato, que se usan también para tratar la psoriasis, y que aumentan el riesgo de aborto espontáneo, o de que el feto sufra defectos importantes. Por lo tanto, ante la ligera sospecha de embarazo, es necesario suspender el tratamiento con cualquier crema, y consultar con el médico si no va a ser perjudicial.

Hay que tener en cuenta que la piel absorbe la crema, y la lleva al torrente sanguíneo y, por lo tanto, al organismo del bebé. Por lo tanto, son potencialmente peligrosas, incluso si se usan un mes antes de que se inicie el embarazo.

Pero, además, estos tratamientos para el acné incluso deben evitarse en la lactancia, ya que también la leche materna las puedes hacer llegar al bebé. En consecuencia, es importante consultar con un médico especialista en dermatología para conocer si hay tratamientos alternativos para el acné, que no afecten al proceso de gestación y lactancia.


Los protectores solares


A pesar de todo lo dicho anteriormente, hay que decir que también existen productos cosméticos que son seguros para las embarazadas e, incluso, deben ser usados de manera regular.

El mejor ejemplo de esto son los protectores solares, cuyo uso habitual se recomienda a las mujeres que están esperando un hijo para evitar que les aparezcan manchas en la piel, fruto de la mezcla entre el cambio hormonal que padecen, y la exposición al sol.