Deporte durante el embarazo

Mantenerse en buena forma física es necesario durante toda nuestra vida, pero es especialmente recomendable durante el embarazo. La mujer va a sufrir grandes cambios físicos que le van a causar molestias en la espalda, las piernas, los pies… Si afrontamos estos problemas propios del embarazo con una buena forma física se minimizarán y se harán mucho más llevaderos.


Siempre tener en cuenta nuestro estado físico previo


Hay mujeres que no practican deporte de forma habitual, por eso no sería recomendable elegir el momento del embarazo para empezar a correr o a nadar.

Si el cuerpo no está acostumbrado tendrá doble trabajo. Pero el hecho de no realizar ejercicio de forma habitual no implica que debamos seguir así los nueve meses de gestación, de hecho no es recomendable una vida sedentaria para la mujer embarazada. No se trata de hacer un gran desgaste. La mejor opción para las no iniciadas es andar, todos los días, el tiempo que se pueda. Se debe hacer de forma regular y continua.

Otra opción es apuntarse a clases específicas de gimnasia para embarazadas, para las que no realizan deporte de forma habitual es una de las mejores opciones. Están controladas por un monitor que les indica lo más adecuado según su estado. Dentro de este apartado uno de los deportes más agradecidos es la natación, bien en sesiones de aquagym o libre. En el agua el peso es mucho menor, resulta más fácil moverse y trabajamos todos los músculos. La clave para las que no están habituadas es que el ejercicio se convierta en una parte más del embarazo, con sesiones cortas pero continuas, por ejemplo 20 o 30 minutos 3 o 4 veces a la semana.


Andar, nadar, bicicleta… pero no rafting o escalada


Hay mujeres que antes de quedarse en estado realizaban una actividad física regular, en principio pueden seguir con ella siempre que no se trate de deportes de contacto, deportes con riesgo de caídas o aquellos que requieran demasiado trabajo abdominal. Los deportes más recomendados para embarazadas serían la marcha, la natación y el ciclismo moderado. Pese a que la mujer esté acostumbrada y pueda seguir practicando deporte, sí que habría que cambiar un poco las pautas. No hay que realizar una actividad de gran intensidad y si es un ejercicio que requiere algo más de esfuerzo no se debe prolongar mucho tiempo. Del mismo modo la hidratación va a ser básica, además de una alimentación sana y equilibrada. También hay que tener en cuenta que según avance el embarazo habrá que ir regulando la actividad, especialmente en el último trimestre.

Hacer deporte durante el embarazo es del todo recomendable si se siguen unas pautas y no se va más allá de lo que nuestro cuerpo permita. Los beneficios son muchos, mejora el tono muscular y cardiovascular, ayudar a evitar el exceso de peso, alivia los problemas digestivos, nos prepara para tener un mejor parto al estar en buena condición física, reduce el nivel de estrés y ansiedad… Ventajas que una mujer embarazada no debe dejar escapar, por ella y por su bebé.