El meconio

El meconio es como se denomina a la primera deposición del bebé, se suele producir en las primeras 24 horas de vida del niño y como tal no es fruto de la alimentación del niño, si no de un conjunto de células muertas y secreciones del estómago e hígado que presentan una forma viscosa de color verdoso o negro.

El meconio se empieza a fabricar en el periodo fetal, es la materia fecal que se acumula en el colon durante toda la gestación.

Se acumula porque el bebé, a pesar de que recibe lo que necesita para vivir por el cordón umbilical también traga líquido amniótico y este está compuesto por bilis, células, lanugo, moco… que es lo que acaba formando el meconio. Lo que el bebé no aprovecha del líquido amniótico se acumula en el intestino, el resto es liberado de nuevo cuando el bebé orina. Este es un ciclo que mantiene al líquido amniótico limpio y claro, se va así reciclando durante el embarazo.


Problemas relacionados con el meconio


El problema con el meconio surge cuando es liberado en el líquido amniótico. Esto sucede porque el bebé evacúa antes de tiempo, normalmente por estar sometido a fuerte estrés, el estrés suele suceder en momentos próximos al parto cuando hay falta de oxigeno debido a problemas con la placenta y sufrimiento fetal. En este caso es muy probable que el bebé acabe respirándolo a través del líquido y que llegue a sus pulmones, es la llamada aspiración del meconio.

Es una afección grave ya que provoca que los pulmones se inflamen después del nacimiento. El bebe que lo sufre presenta un color azulado nada más nacer, además de problemas respiratorios tales como respiración acelerada, dificultades para tomar aire e incluso paro respiratorio. Los bebés que han aspirado meconio presentan también flaccidez y suele puntuar bajo en el test de Apgar. El meconio también puede afectar a las vías respiratorias en el momento del nacimiento.


Meconio en el líquido amniótico


Antes del parto se realizan pruebas que indican que todo es correcto o si el meconio ha llegado al líquido. El monitor fetal muestra en este caso una frecuencia cardíaca lenta y en el momento del parto o nada mas nacer el meconio es visible. Si se detecta esta mancha en el líquido amniótico un equipo experto debe estar preparado, ya que es posible que haya que reanimar al bebé. Si el recién nacido se muestra activo y llorando no hay que aplicar ningún tratamiento, si no es así se realizará una succión en la tráquea mediante una sonda para eliminar los restos. En los casos más graves se le ayudará a respirar con una mascarilla, puede que sea necesario su ingreso en la unidad de cuidados intensivos para seguir con el tratamiento.

En la mayoría de casos los bebés se recuperan sin complicaciones y no hay efectos a largo plazo, los más graves pueden tardar de 2 a 4 días en recuperarse pero también salen sin problemas. Si se ha requerido un respirador sí que se dan complicaciones ya que la falta de oxígeno al cerebro puede provocar daños irremediables. Pese a todo, hoy en día con los monitores fetales, es fácil descubrir este tipo de afecciones y actuar antes de que sea tarde.