El rol del padre tras el parto

El padre tiene un papel fundamental desde el momento en que comienza el embarazo, durante su desarrollo y por supuesto, una vez que el pequeño llega al mundo. Y es que, aunque durante los primeros meses la madre tiene una relación muy especial y estrecha con el bebé, sobre todo si le está amamantando, no tiene menor importancia el rol del padre en estos momentos.

Así, tanto uno como otro será referente para el pequeño, ya que ambos le acompañarán durante su evolución y crecimiento físico, así como en su desarrollo psíquico.


La madre no es “la protagonista": hoy en día no es como hace 20 años que el padre no se dedicaba al cuidado de los bebés


De este modo, hay que desterrar la idea de que la madre es protagonista en el cuidado del pequeño, ya que, tras el parto, el padre, además de apoyar a la madre para que se recupere, deberá empezar a conocer a su pequeño, a entablar lazos de confianza con él y sin duda, a dedicarle tiempo.

Así, desde el primer día, el padre empezará su relación con el niño, mimándolo, hablándole y por supuesto, encargándose de su cuidado.

Así, no será siempre la madre la que cambie el pañal al bebé, le bañe, le cambie de ropa… y es que, además de establecer estos lazos con el pequeño, también la mujer sentirá que no tiene toda la responsabilidad, ya que, de hecho, es de los dos. Es por ello que el padre deberá implicarse y no sólo estar en los buenos momentos sino también en los malos, cuando el pequeño esté inquieto, molesto, irritado…

Y es que, durante los primeros meses e incluso años, el pequeño requerirá mucha atención por parte de sus padres y en el caso de que la madre apueste por la lactancia materna, tendrá que estar a menudo satisfaciendo sus ganas de comer. De este modo, el padre, se encargará de otras cuestiones relacionadas con el pequeño, ya que la madre en cierta manera estará ocupada, en ocasiones, alimentando al pequeño, puesto que, sobre todo al principio, requerirá tomas con poco intervalo de tiempo. Además, por las noches será frecuente que se despierte porque tiene hambre o le duele algo. En estos casos, aunque sólo la madre pueda satisfacer su apetito, el padre también deberá estar ahí y no seguir durmiendo sin preocuparse. Asimismo, en los casos en que llore por otras cuestiones, se dividirán las noches y ambos estarán pendientes del pequeño.

Además será muy importante que, tanto el padre como la madre, entienda el papel que tiene y se compenetren a la hora de cuidar y educar al pequeño. No deberán pisarse y no será conveniente que tomen roles opuestos, es decir, ni mamá es la buena ni papá el malo o al revés. La mejor opción es que ambos se pongan de acuerdo y transmitan un mensaje común al pequeño, conforme vaya creciendo. Sin duda, los dos tienen un papel importante y por ello, es fundamental que acuerden ciertos aspectos.


El que ambos padres colaboren en los cuidados y educación de los pequeños es muy positivo para todos


Afortunadamente muchas madres cuentan hoy con la ayuda de sus parejas a la hora de criar al pequeño, ya que en los últimos tiempos los padres se han ido involucrando cada vez más en su cuidado, a diferencia de cómo pasaba antiguamente. Asimismo, teniendo en cuenta que en muchos casos, tanto la mamá como el papá, trabajan, a pesar de las bajas por maternidad o paternidad, poco a poco, los dos irán recuperando sus responsabilidades laborales y por ello, el hecho de que, tanto el padre como la madre, pueda encargarse del pequeño es realmente importante y tranquilizador para ambos.

De este modo, el padre debe ser consciente de la importancia de su papel tras el parto, tanto en lo que se refiere al bebé como a la madre, a la que ayudará y apoyará.