¿Niño o niña? Ya se puede saber el sexo del bebé en el segundo mes de embarazo

Desde que los padres conocen la noticia de que van a tener un hijo, una de las primeras preguntas que suelen hacerse es si será niño o niña. Aunque, hasta hace poco, tenían que esperar hasta el cuarto mes de embarazo para saber esta incógnita. De este modo, los padres tenían que esperar hasta la vigésima semana de embarazo para elegir el color de la ropa del pequeño, pintar su habitación y decorarla.

Así, hasta el momento sólo podía saberse mediante una ecografía y a los cuatro meses o con anterioridad pero mediante otras técnicas que se consideran invasivas, ya que pueden acarrear riesgos para la vida del feto.

Es el caso de la amniocentesis, un procedimiento que consiste en extraer una muestra del líquido amniótico mediante una punción abdominal en la madre. Esta muestra se analiza y permite saber el sexo con mayor antelación pero, sin duda, implica ciertos riesgos. También existen otros métodos como la biopsia de vellosidades coriónicas y la cordocentesis. Aun así, como se ha comentado, los riesgos que conllevan someterse a estas pruebas provoca que sólo se realicen en casos específicos.


Un simple análisis de sangre de la madre puede indicarnos el sexo del bebé


Aún así, hoy en día, es posible saberlo a partir de la séptima u octava semana de gestación, gracias a un análisis de sangre. Este método, antes de salir a la luz, ha sido probado en un estudio clínico promovido por el laboratorio granadino Lorgen, en colaboración con Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y la Fundación FIBAO. De este modo, han demostrado, con una eficacia de aproximadamente un 98% que, mediante una sencilla analítica de sangre, se puede saber el sexo del bebé. No es un método invasivo y por supuesto no supone ningún riesgo ni para el bebé ni para la madre.

Así, mediante el aislamiento del ADN fetal y usando la técnica RT-PCR se puede identificar un fragmento de ADN de cromosoma, lo que implica que se sabrá el sexo del bebé. Sin embargo, se detectará exclusivamente si el feto es de sexo masculino. Además con esta misma muestra se podrán identificar posibles enfermedades que puede presentar el feto, tales como la hemofilia o la distrofia muscular de Duchenne.


Se trata de una prueba no invasiva y sin riesgo para el bebé


Es por ello que al ser una prueba sencilla y que no afecta negativamente ni al feto ni a la madre, se considera un importante avance médico, ya que cualquier laboratorio de análisis clínicos puede ofrecer este servicio. Además el margen de error es de un 2%, por lo que, la fiabilidad de la técnica es alta, sobre todo a partir de la octava semana. En el caso de hacérsela a la séptima semana el porcentaje de que sea correcta disminuye un poco, al 90%. De este modo, los padres que opten por ello, podrán en dos días conocer el sexo del pequeño.

Así, con estos avances, muchos padres podrán satisfacer su gran curiosidad en cuanto al sexo del bebé. Y es que cada pareja es un mundo, ya que, mientras que unas prefieren esperar al momento del nacimiento de su hijo para saber si es niño o niña, a otras es una de las cuestiones que más les preocupa e intriga desde que saben que van a ser padres. Por ello, a pesar de las nuevas técnicas o de las que ya existían, como las ecografías, será decisión del padre y la madre apostar por este nueva técnica o esperar a los cuatro meses.