El estrés puede impedir el tan deseado embarazo

¿Quién no ha conocido la historia de una mujer obsesionada por tener un hijo que no llega y, en cambio, cuando decide asumir su supuesta infertilidad, se queda embarazada? Esto no ocurre fruto de la casualidad, sino que tiene relación con su nivel de estrés.

Existen estudios médicos que demuestran como el estrés aumenta dos hormonas femeninas , el cortisol y las alfa-amilasa, que a su vez son capaces de disminuir la posibilidad de un embarazo.

La verdad es que el estrés en una mujer que lleva tiempo intentando quedarse embarazada y no lo consigue, es una reacción lógica.

Los meses pasan, y la buena noticia no llega, con lo que se entra en una espiral muy complicada, donde la ansiedad es una de las principales protagonistas. Por eso, en estos casos, muchos médicos recomiendan que la mujer haga terapias naturales, como masajes o meditación.


El reconocimiento del estrés como un factor anticoncepción


Aunque siempre se ha especulado con que el estrés es un factor clave para que algunas mujeres no consigan concebir, la verdad es que nunca se ha reconocido como tal hasta ahora.

Un estudio médico publicado en la revista “Fertility and Sterility” ha puesto el estrés al mismo nivel que el alcohol, el tabaco o la edad avanzada como factores que contribuyen de manera esencial a que no se produzca un embarazo.

Para llegar a esta conclusión, se analizaron a casi 300 mujeres sanas, de hasta 40 años, que querían quedarse embarazadas, y se descubrió que las que no conseguían la concepción – o tardaban mucho – tenían muy incrementado sus niveles de cortisol y las alfa-amilasa, dos de las hormonas presentes en los casos de estrés.


Cómo controlar el estrés


Es evidente que, de todos estos datos, controlar el estrés es la principal necesidad de una mujer que quiere quedarse embarazada, para aumentar sus posibilidades de concepción.

Esta recomendación es muy fácil de hacer, pero no siempre resulta igual de sencillo llevarla a cabo. La mujer debe trabajar para reducir su nivel de ansiedad sin recurrir, evidentemente, a medicación como los ansiolíticos. Para ello, lo ideal es que empiecen a practicar actividades como el yoga, la meditación o el shiatshu. De hecho, actualmente existen innumerables posibilidades en el mundo de las terapias naturales que pueden ayudarle a reconducir su estado de ánimo de manera positiva.


La importancia de romper el círculo vicioso


El estrés por un embarazo no conseguido no se manifiesta enseguida. De hecho, forma parte de un círculo vicioso en el que la mujer se ve inmersa cuando ve que la concepción no llega por métodos naturales. Si no se controla a tiempo, se reducen las posibilidades de embarazo, y el estrés aumenta, con lo que la gestación cada vez queda más lejana.

Ante esta situación, los expertos hacen especial hincapié en la importancia de concienciar a la mujer acerca de la necesidad de controlar el estrés haciendo una vida sana, y recurriendo a las terapias naturales mencionadas en otros apartados de este artículo, con las que su nivel de ansiedad puede disminuir de manera considerable.