Infertilidad: ¿qué significa el “factor masculino”?

A la hora de valorar las causas que pueden hacer que una pareja sea estéril hay que tener en cuenta si se trata de una combinación de factores, o de si es cosa solo del hombre. Por lo tanto, hay que determinar lo que se denomina el ‘factor masculino’, o la patología masculina, de una esterilidad.

Llegar a determinar el factor masculino en el caso de esterilidad de una pareja es una tarea compleja, que requiere diversas pruebas de diagnóstico.

Para empezar, el doctor someterá al hombre a un cuestionario diseñado para poner de relieve la posible existencia de antecedentes que puedan convertirlo en estéril, y que incluyen haber padecido enfermedades como paperas o criptorquidea, tener problemas hormonales, o consumir ciertas sustancias y medicamentos.

También se valoran operaciones que el varón haya podido sufrir en su niñez y juventud, y que hayan podido afectar cualquier parte de su aparato reproductor, desde los testículos al conducto inguinal.


Pruebas médicas para determinar el factor masculino


A parte de la valoración de los antecedentes, el médico someterá al paciente a una serie de pruebas diagnósticas que le ayudarán a poder determinar si el factor masculino es determinante a la hora de atribuir la esterilidad de una pareja.

Uno de estos exámenes es físico, e incluye la revisión visual y manual de los genitales del hombre, poniendo especial atención a la localización de varicoceles, una de las alteraciones más habituales en el esperma.

A continuación, se le someterá a una serie de análisis, destinados a valorar tanto el estado de salud del hombre, como la calidad de su esperma y, por lo tanto, la viabilidad de que pueda llegar a fecundar un óvulo. Concretamente, esta prueba se denomina espermograma, y consiste en analizar una muestra de semen, proporcionada después de una abstinencia sexual de un mínimo de 3 días.

El estudio analítico del factor masculino incluye la realización de otros análisis, especialmente de tipo genético, infeccioso y hormonal.


En qué consiste el espermograma


Una de las pruebas básicas para la determinación del factor masculino en la esterilidad de una pareja es el llamado espermograma, en el que se analiza tanto las características físicas como microscópicas del semen.

En el espermograma, el laboratorio de análisis tiene en cuenta básicamente:

  • el volumen del eyaculado, que debe ser de entre 2 y 6 ml
  • el color grisopalescente del semen
  • la viscosidad adecuada, que lo haga caer en pequeñas gotas
  • el PH, que debe situarse entre 7,2 – 8,0, y que si está fuera de este rango puede indicar problemas de próstata o de vesículas seminales
  • el aspecto turbio del semen, que nos da una idea de la concentración de espermatozoides
  • la concentración de espermatozoides alrededor de los 20.000.000/mL
  • la población de espermatozoides, que se considera normal cuando es mayor o igual a 40.000.000
  • la movilidad de los espermatozoides
  • la viabilidad, regulada como normal en 75%

La prueba que complementa el espermograma se llama Test de Hemizona. Se hace solo cuando una serie de espermogramas salen normales, y tiene como objetivo buscar la compatibilidad entre el moco cervical de la mujer y los espermatozoides de su pareja.