¿Puede una relación sexual desencadenar el trabajo de parto?

Sí, pero si hablamos de las últimas semanas, es decir, una mujer en su sexto mes de embarazo no se va a poner de parto por mantener relaciones sexuales. En un embarazo normal y sin complicaciones no hay problema en mantener relaciones y es incluso aconsejable.

Cuando entramos en las últimas semanas del embarazo es probable que una relación sexual acabe iniciando el parto, esto es debido a que en esta etapa aumenta la sensibilidad del útero a la oxitocina, que es la horma que la mujer segrega de forma natural cuando está excitada.

Esta hormona es la responsable de que el útero mantenga su buen tono y es también la que los médicos utilizan cuando quieren provocar el parto, por lo que la relación sexual será la forma de ayudar a que este se produzca.


El sexo y los retrasos de la fecha de parto


Una de las recomendaciones de los especialistas ante un retraso sobre la fecha de parto prevista es precisamente que se mantengan relaciones sexuales apostando así por la forma más natural de que el parto se produzca. Además del efecto de la oxitocina, el semen también cumple su papel, contiene prostaglandinas, que ablandan el cuello del útero y pueden inducir las contracciones, de hecho este componente se utiliza por los ginecólogos en forma de gel cuando se debe producir la inducción del parto. Otro de los métodos que favorecen este inicio es la estimulación manual u oral de los pezones.

Sabiendo esto habrá parejas que deberán abstenerse en las últimas semanas de embarazo en función de si existe riesgo de un parto prematuro u otros factores, en cambio aquellas que estén sobre la fecha podrán actuar en consecuencia.


Las relaciones sexuales están muy indicadas a partir de la fecha de parto


Las relaciones sexuales son así la mejor forma para evitar que se produzca la inducción artificial del parto en el caso de que se haya superado la semana 41. La inducción médica, pese a ser segura, no está exenta de riesgos, por ejemplo si se producen muchas contracciones seguidas se impide la llegada de oxígeno al bebé. Por eso es habitual la recomendación de mantener relaciones sexuales.

La pareja se debe sentir totalmente segura en lo que respecta al sexo a lo largo de los nueve meses de embarazo, mientras no haya ninguna contraindicación se pueden seguir manteniendo relaciones hasta el final del embarazo. Lo importante será tener presente que en cada etapa las reacciones serán diferentes. El cuerpo de la mujer ha cambiado, también habrá cambios a nivel psicológico y para que todo ello no afecte a las relaciones sexuales será necesario que se incremente la comunicación en la pareja.

Según avancen los meses será más complicado encontrar posturas cómodas, la mujer se sentirá pesada e incómoda y puede que sea necesario buscar nuevas fórmulas para intimar, teniendo presente que cuanto más cerca esté la fecha de parto las probabilidades de que este comience se incrementarán con cada nueva relación. Según los casos particulares será el especialista el que determine si se puede seguir con el sexo o es mejor abstenerse.