¿Se pueden hacer abdominales en el embarazo?

La respuesta a esta pregunta sería si, pero con matices. Los ejercicios abdominales son recomendables para la mujer embarazada ya que ayudan a fortalecer los músculos del abdomen cuya misión es básica tanto durante el embarazo como a la hora del parto.

Durante el proceso de gestación los músculos del abdomen se distienden y pierden tono debido al crecimiento de la tripa, mantenerlos en buena forma será necesario para lograr una mejor recuperación.

Pero además su función es también muy importante durante el parto ya que intervienen en los pujos que se realizan para facilitar la expulsión. Otra de las ventajas de trabajarlos es que ayudan a prevenir el estreñimiento, uno de los padecimientos comunes de las embarazadas, al trabajar los músculos que intervienen en este proceso. Por último previenen los dolores de espalda al mejorar la alineación de la espina dorsal.

En todo caso conviene que siempre consultemos con nuestro médico o ginecólogo su opinión sobre hacer cualquier tipo de ejercicio sobre el que tengamos alguna duda ya que dependiendo de nuestro embarazo (si es de riesgo, si es múltiple, etc) puede estar aconsejado o desaconsejado.


¡Ojo, no hay que hacer los típicos ejercicios de abdominales si estás embarazada!


Para lograr todos estos beneficios no debemos pensar en los típicos abdominales que tenemos en mente en la que tumbados en el suelo levantamos el tronco o las piernas, hay algunos de estos ejercicios que se pueden practicar sin problemas pero los más recomendables son los que trabajan los músculos de la zona metiendo tripa y mediante espiraciones y respiraciones, con ellos se trabajan los músculos abdominales transversos.

Los ejercicios son sencillos y no requieren que la mujer esté tumbada boca arriba. Este es uno de los problemas de las abdominales tradicionales, la posición boca arriba puede provocar que la presión sanguínea disminuya reduciendo la cantidad de oxígeno que llega al bebé y creando malestar en la madre.

Existen una gran variedad de ejercicios que se pueden realizar sin riesgo y que resultan muy efectivos, sentada, de rodillas o tumbada de lado. Veamos algunos de los más comunes:


Ejercicios para hacer sentada


Con la espalda recta y las manos en el abdomen para notar que el ejercicio se hace bien, tomamos aire mientras hinchamos la tripa, meter la tripa mientras se sopla, como si se quisiera acercar el bebé a la columna. Todos los ejercicios se repiten varias veces

La espalda siempre tiene que estar recta y tampoco deben moverse ni los hombros ni el cuello, meter la tripa lentamente como si se quisiera disimular el embarazo, mientras se suelta el aire, manteniendo la la tripa apretada se coge aire mientras se hincha el pecho y se elevan los hombros. Se repite la secuencia completa


Ejercicios de rodillas


Uno de los ejercicios más comunes consiste en ponerse a cuatro patas con la espalda recta y la cabeza alineada con la columna, en esta posición hay que arquear la espalda lentamente y relajar mientras se controla la respiración


Ejercicios de lado


Tumbada sobre el lado derecho con la pierna derecha ligeramente doblada y el brazo derecho extendido, colocar el brazo izquierdo detrás de la cabeza y levantar la pierna izquierda tanto como se pueda.

Como se puede comprobar tipos de ejercicios hay muchos, la ventaja es que, sobre todo los de posición sentada, se pueden realizar en cualquier lugar. Sea del tipo que sea lo importante es que la mujer no descuide estos ejercicios que le asegurarán un mejor embarazo, parto y recuperación.