Sudor en el embarazo

Uno de los síntomas del embarazo del que menos se habla es del exceso de sudoración que padecen muchas mujeres que están esperando un niño. No se trata de un problema importante de salud, pero sí que es algo que puede provocar una incomodidad inconsistente.

Que una mujer embarazada sude mucho más de lo que lo hacía antes de su estado de gestación es algo completamente normal.

Es un síntoma habitual porque viene causado por la retención de líquidos que las gestantes padecen, sobretodo, en la última fase del embarazo.


Causas de la sudoración excesiva de las embarazadas


Este exceso de líquidos en el cuerpo hace necesaria su eliminación, y el sudor es uno de los métodos físicos naturales que usa nuestro cuerpo para ello. Además del exceso de sudor, también hay que tener en cuenta que su olor es mucho más patente de lo normal, en buena parte debido a los cambios hormonales que se producen.

De hecho, muchos ginecólogos y obstetras apuntan a que este exceso de sudoración se debe a que el cuerpo de una embarazada aumenta su flujo sanguíneo, por lo que sube su temperatura. Por lo tanto, reacciona sudando para intentar ‘refrescarlo’. De hecho, en el tercer trimestre de embarazo, por el cuerpo femenino corre casi un 40 por ciento más de sangre.


Qué hacer ante una sudoración excesiva


Una sudoración excesiva no es, evidentemente, ningún problema de salud para una embarazada, pero sí que es una importante fuente de molestias para sobrellevar la vida diaria. Por esta razón es importante que la mujer siga algunos de estos trucos, para evitar más problemas:

Para empezar, es importante que opte por usar prendas de vestir hechas únicamente de tejidos naturales, como el algodón o el lino. También es importante que la ropa sea cuanto más holgada mejor, para evitar posibles irritaciones de la piel, debidas a la combinación de sudor y fricción de la tela.

Por supuesto, está totalmente prohibido que una mujer embarazada con problemas de sudoración excesiva tome algún medicamento para intentar tratar de paliar esta situación.

En cuanto a su higiene, debe ducharse tantas veces como necesite para sentirse a gusto, usando siempre geles de baño que no sean agresivos para el ph de la piel.

Finalmente, a nivel físico, la mujer embarazada debe concienciarse de la necesidad de ingerir muchos líquidos, pues con una sudoración excesiva, corre el riesgo de padecer una deshidratación.

Se trata de un problema pasajero, consecuencia del estado de gestación, pero si la embarazada considera que su sudor es un verdadero problema es importante que consulte con un dermatólogo, que le asesorará acerca de las mejores opciones de tratamiento a su alcance, hasta que haya pasado todo el proceso de gestación. Ante todo es importante que la mujer embarazada se sienta a gusto consigo misma, y que problemas como un sudor excesivo no representen un factor de estrés añadido a su vida diaria, lo que podría acabar repercutiendo en su estado físico de manera negativa.