Preguntas de los hijos adoptados y respuestas de los padres sobre la adopción de acuerdo con la edad

La adopción es una fórmula cada vez más seguida en la sociedad occidental en la que, por diversos motivos, la edad de procrear se ha retrasado cada vez más hasta llegar a un momento en que este es el único modo viable de forma una familia. Es así un modelo de familia más y como tal se debe ver por la sociedad, empezando por los propios padres.

Y es que hay veces que los padres adoptivos pueden llegar a sentirse culpables, surgen también muchas dudas acerca de su labor y sobre todo miedo al pensar en el momento de enfrentar a sus hijos a la realidad.


La opción de no contar nada a los hijos está completamente desaconsejada hoy en día


Hay padres que optan por no decir nada, pero cada vez más la opinión de los expertos desaconseja esta opción.

Los niños pueden acabar enterándose de sus verdaderos orígenes de muy diversas formas y en ese caso no solo tendrán que enfrentarse a su falta de raíces sino también al engaño de sus padres, lo que para ellos es lo más doloroso.

De lo que se trata es de normalizar la adopción, el niño puede y debe ser consciente de que es adoptado y si eso se hace desde que es pequeño, sin darle mayor importancia lo acabará asumiendo con total normalidad. Para ello tiene que estar seguro del total apoyo y del amor incondicional de sus padres, teniendo esa seguridad en su vida podrá enfrentarse sin problemas a su adopción.

La tarea empieza desde que son pequeños, en torno a los 3 o 4 años los niños no van a ver la adopción como algo negativo, están inmersos en un clima de cariño y confianza y les parecerá bien saber que vienen de China y no de la barriga de su madre. En estas primeras edades se trata de ofrecer respuestas sinceras y simples, el niño no tiene aún la capacidad para entender todo lo que implica la adopción y tampoco lo necesita.

Según vaya creciendo las preguntas se van a hacer más profundas y complicadas, de nuevo la única fórmula efectiva es ser sincero y adaptarnos al nivel de compresión de los niños. Le podemos contar cosas de su país de origen y no ocultar el hecho de que sus padres biológicos no pudieron cuidarle o de que murieron, por ejemplo.


No se pueden evitar sus preguntas y dudas sobre sus padres biológicos


Lo que no vamos a poder evitar es la pena que sentirán, la curiosidad o incluso el sentimiento de abandono que experimenten, especialmente cuando lleguen a la adolescencia. Este es uno de los momentos más complicados, se plantearán porqué sus padres biológicos no los quisieron y pueden que atraviesen una crisis existencial.

Esta etapa será más o menos dura según hayamos gestionado las anteriores. Si los niños están seguros de que cuentan con todo el amor de sus padres y comprenden que la adopción es una forma más de familia aceptarán mucho mejor su situación. Ante todo será importante que les mostremos nuestro apoyo y, en su caso, respondamos a su interés de saber más de sus orígenes.