Chupete. Consejos para quitar el chupete a los niños

Quitarle el chupete a un niño puede ser una tarea difícil pero hay algunos consejos que se pueden seguir para alcanzar el éxito más fácil y rápidamente. A los dos años un niño ya no debería usar chupete, lo que significa que se debe empezar el proceso antes de esa edad.

Lo normal es que los padres se desesperen cuando ven que el bebé no deja de llorar hasta que no se le devuelve su chupete, y por tanto así lo hacen.

Eso es un error. Es normal tener la sensación de que se está haciendo algo malo pero hay que entender que es lo correcto y hacer que el niño también lo entienda así.

A partir del año y medio a medida que el bebé va siendo más activo la necesidad natural que tiene un bebe de chupar empieza a desaparecer así que no tiene porque ser un proceso traumático. Aún así es importante hacerlo de manera paulatina, nunca de golpe. Hay que conseguir que el niño se acostumbre y acepte la nueva situación, no que lo reciba como una situación o castigo pasajero.


Efectos negativos del chupete


Mucha gente tiene también dudas sobre los efectos negativos del chupete. Éstos no aparecen hasta los tres o cuatro años que empiezan a darse malformaciones tanto en dientes como en paladar, pero es importante quitarlo antes ya que cuanto más se utiliza el chupete más se quiere y eso hará que sea más difícil que nuestro hijo se desprenda de él.

Para que quitarle el chupete a un niño no sea un proceso traumático es importante no utilizar castigos ni humillaciones. Los niños de 2 años son capaces de entender y razonar y está comprobado que el refuerzo positivo tiene resultados mucho mejores que el castigo. Premia a tu hijo con elogios si consigue utilizar el chupete solo por la noche, o si durante unas horas seguidas no lo ha reclamado.


Rutinas para quitar el chupete


Otra manera de que el niño quiera menos el chupete es proporcionándole juguetes que se puedan chupar, de éste modo el bebe se olvidará más fácilmente de su hábito y aumentará su actividad y relación con el entorno haciendo menor la necesidad innata que tiene el bebé de chupar.

El chupete les sirve a los niños para relajarse y por tanto es muy útil enseñarles otras maneras de hacerlo. Un cuento antes de ir a dormir, música relajante o un peluche pueden ser herramientas que ayuden a que el niño esté más calmado y no busque su chupete con ese fin. Establecer rutinas de relajación como las mencionadas hará más fácil que nuestro hijo se desprenda del chupete.

Mantener las manos del niño ocupadas es otro consejo que nos resultará muy útil ya que a veces también usan el chupete como modo de distracción. Ofrecer actividades o juguetes divertidos cada vez que vemos al niño con el chupete contribuirá a que cada día deje más de lado su hábito.

Si tu hijo es un poco más mayor puedes intentarlo también poniéndole metas para dejar el chupete. De este modo fomentaras la auto-superación en el niño y si cada vez que consigue una de las metas le premias con elogios el proceso será más rápido de lo que piensas. ¡Mucha suerte!