¿Cómo decirle a nuestro hijo que perdimos un embarazo?

Al duro hecho de tener que enfrentarse a la pérdida de un bebé se suma el de tener que comunicarlo a los allegados. Por un lado se cuenta con su apoyo y comprensión, aunque por otro hay que revivir de nuevo esas tristes emociones. Uno de los tragos más difíciles es comunicar la noticia a resto de los hijos, especialmente si ya tienen una edad en la que son capaces de comprender lo que significa.

La llegada de un bebé es ilusionante para toda la familia, si hay otro niño en casa el tener un nuevo hermanito es algo que le emociona mucho.

Además los padres suelen implicar mucho a su hijo con el fin de que empiece a adaptarse pronto a lo que va a suponer la nueva situación. Es habitual hablarle de lo bonito que va a ser tener un bebé y de la necesidad de que se implique en su cuidado. Se le ofrece el rol de hermano mayor de forma que el niño ya quiere y desea ese bebé antes de nacer.


Es una situación muy difícil de explicar


Todo eso hace que si finalmente el embarazo se malogra sea muy difícil de explicar. Cuánto más pequeño sea mejor será, ya que podremos decirle que al final el bebé no estaba preparado y llegará más tarde, puede que se decepcione pero acabará aceptándolo sin mayores preocupaciones. En cambio, cuanto más mayor, más explicaciones habrá que dar.

Lo mejor es ser lo más sinceros posible según su capacidad de comprensión. Hay que explicarle que el bebé que estaba creciendo dentro de la tripa de mamá ha dejado de crecer y no va estar con la familia. No se le debe negar que es un hecho triste, y tiene derecho a mostrar esa tristeza. Ocultar la situación o engañar al niño no es una buena opción. Los niños son muy intuitivos y se dan perfecta cuenta cuando algo malo pasa, notar un ambiente triste en casa sin que nadie le explique nada es contraproducente.


Hay que transmitir confianza y serenidad al hijo


Pese a que es un momento triste y doloroso se debe transmitir también confianza al niño, debe saber que juntos podrán superar la situación y que en cualquier momento llegará otro bebé. No se va a poder evitar su sufrimiento pero si hacerle saber que él no es culpable de nada, que le queremos igual y que todo saldrá bien.

Hay ocasiones en las que madre no será capaz de hablar con su hijo, en ese caso debe ser el padre u otro familiar directo y de confianza el que transmita la noticia al niño. Debe comunicarle lo triste que está mamá y que necesita mucho cariño. Los niños nos suelen sorprender mucho y van a suponer el mejor remedio para la tristeza de los padres, se muestran sensibles con la situación y acaban siendo ellos los que den ánimos a sus padres.

La clave será hablar con sinceridad, dejando que fluyan las emociones a fin de poder superarlas, partiendo siempre del conocimiento previo de nuestros hijos, adaptándonos a su grado de desarrollo.