Cuidados con la seguridad de los bebés y niños en el hogar

Cuando hablamos de la seguridad de bebés y niños toda precaución es poca, son los miembros más vulnerables de nuestra sociedad y es responsabilidad de los adultos que su entorno sea lo más seguro posible, además de ayudarles a distinguir los peligros que pueden encontrar en su propia casa. Y es que es precisamente el hogar el lugar donde más fácil es que sufran sus primeros golpes y accidentes.

En función de la edad del niño habrá que tener más o menos precauciones, con un niño de pecho no habrá que tener cuidado aún con que se pillen la mano con la puerta, pero si con dejar a su alcance objetos que les puedan dañar.


La seguridad  en casa durante los primeros meses del bebé


En sus primeros meses de vida los principales accidentes se producen por descuido de sus padres.

Dejarlo solo en el cambiador, en la cama o en cualquier superficie puede acabar con el bebé en el suelo, por eso nunca debemos ausentarnos ni un momento. En esta edad los bebés son pasivos y totalmente dependientes de nosotros y por tanto la responsabilidad es nuestra.

En el momento en que empiezan a mostrarse más activos se incrementan los riesgos. En torno a los seis meses sienten curiosidad por todo lo que les rodea y si dejamos a su alcance piezas pequeñas es muy probable que acaben en su boca, nariz u orejas. Esto conlleva riesgo de atragantamiento y obstrucciones. En el caso de que suceda no hay que intentar sacar nosotros mismos la pieza ya que puede acabar más hundida.

Empiezan a gatear, ponerse de pie y andar, se ha acabado la tranquilidad. Hay que examinar la casa para ver donde están los riesgos. Lo primero será tapar enchufes y alejar de su alcance objetos que pueda tirar causándole el consiguiente daño. Es buena idea también poner protectores en las esquinas de los muebles así como en las puertas para evitar que se pillen los dedos o que en una de sus múltiples caídas acaben recibiendo un mal golpe.


Lo más peligroso: la cocina, las ventanas, escaleras, enchufes y productos de limpieza y medicamentos


Una zona a la que habrá que prestar especial atención a partir de ahora es la cocina, o bien impedimos que puedan abrir cajones y armarios o alejamos de su alcance todos los productos peligrosos. Lo mismo debemos hacer en el baño, la bañera es una de las causas más comunes de accidentes, no se le puede dejar solo y además la superficie de la misma debe ser segura. No hay que olvidarse de ventanas y escaleras, se trata de tomar las medidas precisas para que no supongan un riesgo.

Hasta los tres años los niños, que ya tienen un gran domino del movimiento, suele acabar accidentados debido a intoxicaciones por medicamentos, quemaduras, caídas o incluso atragantamientos. Pueden parecer mayores pero no lo son todavía y debemos mantener todas las precauciones. A partir de ahora podremos empezar a explicarles también qué es peligroso y que no, pero sin perderles de vista, será la única manera de evitar disgustos.