Llamadas del colegio: ¿qué le ha pasado a mi hijo?

Todas las madres temen que en algún momento les llamen del colegio para decirles que algo les ha pasado a sus hijos. Y es que si dicha llamada se produce, su corazón se acelera y en esos instantes la gran incertidumbre de no saber qué les ha podido pasar les hace pensar en mil y un motivos. Desde una caída, una herida, una rotura, una torcedura… son muchas las razones que pueden provocar esta inesperada llamada.

Aún así, en la mayoría de las ocasiones y, a pesar de que los niños no paran de jugar y estos juegos a veces son peligros, no suelen hacerse mucho daño, acaban siendo lesiones leves.

Por ello, lo más frecuente son las heridas y torceduras.


Las lesiones que los niños se hacen en el colegio son leves normalmente


En cuanto a las primeras, habitualmente el pequeño pasa directamente por la enfermería del colegio, por lo que cuando su madre llega, ya la herida está limpia, se ha cortado la hemorragia y se le ha colocado un apósito para que no se roce la zona. Aún así, en algunos casos, hay que dar puntos, por lo que se le llevará rápidamente a un centro sanitario o de urgencias, ya que para que se puedan aplicar dichos puntos de sutura sólo puede pasar un máximo de 4 a 6 horas. Por este motivo, si en el colegio observan que la herida es profunda, tendrán que llamar de inmediato a sus padres para que le lleven a un centro médico.

En cuanto a las torceduras, en ocasiones se queda sólo en eso y aunque habrá que asegurarse de que no hay nada roto y llevarle a urgencias, suelen ser esguinces. En cambio, a veces, el pequeño sí que puede haberse hecho más daño, por lo que hará falta colocar una escayola. Por ello, será importante que en el colegio, en la enfermería haya una persona competente que sepa distinguir si se trata de un daño de mayor o menor gravedad por los síntomas que presenta el niño.

De todos modos, cuando la madre llegue al colegio, tras dicha llamada, será muy importante que tranquilice al pequeño, que no le alarme sobre la situación sino todo lo contrario, que le quite importancia. Si ya está solucionado porque era un daño leve, se calmará al pequeño que puede que esté asustado por la caída o el golpe. Si en cambio hay que ir a urgencias, también se le transmitirá esa sensación de que no es grave. Aunque es lógico que la madre se asuste cuando reciba la llamada, una vez que acuda al colegio, tendrá que parecer tranquila, su hijo le necesita y si está alterada, no hará más que inquietarle y asustarle, ya que en el caso de que haya que ponerle puntos o escayolarlo, el pequeño tendrá miedo a lo que vayan a hacerle.


Es casi imposible que un niño no se haga daño varias veces al año


Por otro lado, aunque es cierto que estos accidentes no pueden evitarse, ya que los niños son precisamente eso, niños, y por consiguiente no ven peligro en ningún sitio y no piensan en las consecuencias de saltar por ahí o subir allí, en casos específicos, será de mucha utilidad que los padres informen al colegio de ciertas cuestiones médicas más concretas de su pequeño.

Por ejemplo, si el niño es alérgico, será fundamental que los padres lo especifiquen, en el caso de que el colegio no les haya hecho rellenar un documento con todos estos detalles, aunque suelen hacerlo. De este modo, será importante que sus profesores sepan cómo actuar en caso de que, aunque se intente evitar, el pequeño entre en contacto con eso que le provoca alergia. Asimismo, si por ejemplo, el niño tiene asma también será fundamental que, mientras esté en el colegio, aunque puede llevar una vida normal, sus profesores sepan actuar cuando el niño presente los síntomas de una crisis asmática.

Aún así, los colegios se aseguran de conocer el estado médico de los pequeños y por ello, ni siquiera será necesario que los padres incidan en ello pero, por si acaso, es importante que lo tengan en cuenta.

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Referencias: Wikipedia | Medline