Los niños y los amigos imaginarios

Los niños tienen muchísima imaginación y en ocasiones, esto se traduce en la creación de un mundo de fantasía, en el que existe un amigo imaginario. Suele ocurrir en torno a los dos y tres años de edad y aunque resulte chocante para los padres, no tendrán que asustarse o preocuparse porque es normal que los niños tengan este comportamiento.

En su universo infantil, realidad y fantasía se mezclan y la creación de un amigo que no existe físicamente será una forma de desarrollar sus emociones y su creatividad, así como un modo de expresar sus sentimientos, inquietudes, deseos… Se encuentran en lo que suele llamarse etapa del pensamiento mágico de los niños.

En definitiva será una forma de proyectar sus conflictos, miedos o fobias ante las situaciones reales que se le plantean, como puede ser comenzar el colegio, abandonar el pañal… Aunque también le ayudará a tener en sí mismo y sentirse más fuerte, con mayor autoestima.


¿Cómo deben actuar los padres?


Pero es frecuente que, ante ello, los padres se planteen cómo actuar y qué hacer. De este modo, en primer lugar, no deberán reprimir al niño, sino apoyarlo, aunque sin participar ni tampoco estimularlo a que siga con ello. Asimismo, será importante que controlen al niño cuando conversa con su amigo imaginario para intentar descubrir qué motivo le lleva a hacer eso, así como cuánto tiempo pasa hablando con él o qué dice. Será importante saber si es un amigo bueno o malo, ya que a veces, hay niños que utilizan a este personaje imaginario para culparle de todo lo que ellos hacen mal. En este punto, los padres tendrán que hacerle entender que tienen que asumir las consecuencias de sus actos y no cargarlas sobre los demás.

También será conveniente que el niño juegue con otros niños, por lo que se invitará a sus amigos a casa y también irá a lugares como parques, jardines… para entrar en contacto con pequeños de carne y hueso. Por supuesto, será importante que el pequeño desarrolle actividades lúdicas en las que tenga que participar activamente, para evitar otras en las que tenga una actitud pasiva como es el caso de ver la televisión.

Es fundamental que los padres extremen las precauciones en estos casos de pequeños con gran imaginación, ya que en su mundo de superhéroes, no hay barreras y los personajes son capaces de todo. Así, cuando juegue con su amigo imaginario habrá que tener cuidado y cerrar las ventanas, así como no dejar a su alcance objetos que supongan un riesgo.


A partir de los 7 u 8 años el amigo imaginario deberá haber desaparecido


Aún así, si a los siete u ocho años este amigo ya ha desaparecido no habrá que preocuparse pero, si en cambio, el pequeño se resiste a dejar de relacionarse con esta fantasía y por consiguiente deja de cumplir con sus tareas cotidianas o no quiere tener relación con amigos reales, habrá que acudir a un especialista. También puede que el pequeño tenga comportamientos agresivos cuando está jugando con su amigo, por lo que habrá que tomar medidas. Sólo en estas situaciones habrá que buscar ayuda, ya que, por lo general y en la edad que antes se indicó, igual que aparecen estos amigos desaparecen con el paso del tiempo, sobre todo cuando el niño ya tiene muy desarrolladas las funciones del lenguaje, así como la lógica, la memoria y la inteligencia.

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Referencias: Wikipedia | Medline