¿Qué debemos hacer cuando los niños tienen pesadillas?

Una de las cosas más desagradables a la que nos enfrentamos los padres es ver a nuestros hijos despertarse asustados por una pesadilla. Y aun es peor si esta situación se repite noche tras noche. ¿Cómo podemos solucionarlo?

Cuando dormimos nuestro cuerpo está en reposo, pero no nuestra mente.

Durante el sueño, seguimos estando lo suficientemente conscientes como para asimilar imágenes y pensamientos con los que hemos entrado en contacto durante el día.

En los niños las pesadillas se relacionan muchas veces con la ansiedad de tenerse que ir a la cama solos, sin sus padres. Esto les pone lo suficientemente nerviosos como para que su mente empiece a jugarles malas pasadas cuando duermen.

Lo normal es que las pesadillas empiecen a partir de los dos años de edad, que es cuando los pequeños empiezan a tener más conciencia de lo que les rodea. No todos las sufren igual, y en algunos casos pueden ser muy constantes, mientras que otros niños nunca llegan a tenerlas.


Qué hacer ante un niño con pesadillas


Evidentemente, una pesadilla no es nada grave que pueda poner en jaque la salud de un niño. Pero esto no significa que resulte ser algo lo suficientemente angustioso como para que los padres vean que deben hacer algo para ayudar a su hijo.

El primer paso es intentar que un niño propenso a tener pesadillas no vea según que programas de televisión antes de acostarse. De esta manera, evitaremos que ciertas imágenes queden en su subconsciente.

También es muy importante que los padres den seguridad al niño. Cuando un pequeño tiene una pesadilla necesita que sus padres le tranquilicen en seguida, que le digan que todo está bien y que puede dormirse sin temor. Por supuesto, solo podrán lograr este efecto si ellos consiguen mantener la calma en todo momento. Para calmar su ansiedad, incluso, pueden quedarse con él hasta que vuelva a dormirse.

Un buen consejo final es intentar hablar con el niño al día siguiente acerca de la pesadilla, de esta manera pueden intuir lo que le pone nervioso e intentar solucionarlo. También ayudará a que el niño entienda que estas cosas no tienen que asustarle.


Terrores nocturnos y pesadillas


Los padres de niños con problemas de sueño tienen que distinguir entre pesadillas y terrores nocturnos, para saber como abordar lo que le pasa a sus hijos por la noche.

Los terrores nocturnos aparecen cuando el niño está en la primera fase del sueño, y se traducen en gritos, lloros y angustia general. A diferencia de las pesadillas, que además se producen al final de la noche, quien los sufre no recuerda nada de lo sucedido, y si se le pregunta se muestra muy confundido.

Una buena opción para luchar contra los terrores nocturnos es intentar relajar al máximo el niño antes de ir a la cama. Rituales antes de ir a la cama – como un baño de inmersión o leerle un cuento – pueden ayudarle mucho a sentirse seguro, y de esta manera sus terrores se irán reduciendo poco a poco.