Fútbol infantil: el derecho de los niños a jugar

El juego y la infancia son dos conceptos que van unidos y por ello, es importante que los pequeños jueguen, ya que a la vez que se divierten, están aprendiendo valores y adquiriendo habilidades.

Sin duda, en España, el futbol es el deporte más practicado por antonomasia. Por ello, son muchos los pequeños que, en cuanto empiezan a andar, encuentran en la pelota una opción de juego muy divertida.

De este modo, los niños juegan al fútbol en sus barrios, en el recreo, en polideportivos, en jardines o zonas abiertas y en algunos casos, incluso se apuntan a equipos, ya sea, en el colegio para competir con otras escuelas, o en escuelas de fútbol que les forman de un modo más profesional, enseñándoles técnicas de juego más específicas.


El fútbol fomenta la socialización, la forma física y la coordinación motora


Lo fundamental es entender que jugar al futbol no sólo se trata de darle patadas a un balón, sino que es una forma de que los pequeños estén en forma, haciendo ejercicio regularmente, de que entren en contacto con otros niños, así como familiares, ya que también es una forma de sociabilización. Y es que el contacto con otros pequeños, a través de la práctica de este deporte, es fundamental para el desarrollo de valores como el trabajo en equipo, el compañerismo, así como la importancia de compartir y competir de una forma sana.

En el ámbito físico, este deporte también es muy beneficioso para los pequeños. Sin duda, es una herramienta para aumentar la potencia muscular de las piernas, mejorar la capacidad cardiovascular, desarrollar la coordinación motora…entre otros factores.

De este modo, independientemente de si se trata de futbol o no, los padres deben favorecer que sus hijos jueguen, siempre con ciertas condiciones y límites, pero sin exigirles nada, ni presionarles. En el momento en el que el juego se convierta en una obligación, perderá su objetivo principal. Es el caso de padres que apuntan a sus hijos a practicar deportes que no les gustan o a equipos de futbol en los que se les exige ciertas cosas a las que, quizás, no están preparados.


El fútbol como practica deportiva infantil


Aún así, si los niños deciden que sí que quieren practicar ese deporte en cuestión, los padres tendrán un papel importante, ya que, serán los encargados de alentarnos, animarlos y ofrecerle opciones, tales como, la de poder participar en el equipo escolar que, durante todo el año, se enfrentará a otros colegios. Esta opción será positiva para que pueda hacer amigos, conocer a otros niños que no están en su escuela y, ante todo, para mejorar y aprender, con las directrices de su entrenador.

Asimismo, también existe otra opción en el caso de este deporte: las escuelas del futbol. Se trata de centros más especializados donde el pequeño aprenderá técnicas, jugadas y estrategias específicas. Es cierto que, en una sociedad donde este deporte es tan seguido y practicado, habrá pequeños que quieran aspirar a ser mejores e incluso sueñen con llegar a ser como las estrellas de este deporte que ven en la televisión o en los campos de futbol.

De este modo, si el pequeño tiene una mayor motivación que la de jugar partidos con los chicos de su barrio o de la escuela, será interesante que entre en una escuela de este tipo, en la que irá pasando de nivel, conforme vaya aprendiendo y mejorando en los entrenamientos, que serán varias veces por semana. Aún así, si finalmente no llega a categorías superiores, lo importante es que el niño disfrute y se sienta satisfecho con lo que hace.