Voleibol para niños

Que la práctica de deporte en la infancia es algo necesario para un desarrollo físico adecuado es algo que todos sabemos, el deporte además favorece un mejor desarrollo social y emocional. Pero dentro de la gran variedad de deportes que se pueden practicar en la infancia hay algunos más propensos a desarrollar determinadas aptitudes que otros.

El voleibol es junto al fútbol y al baloncesto uno de los deportes integrados en los programas deportivos de colegios e institutos.

Se puede practicar en espacios abiertos y cerrados, en cualquier época del año y no necesita de una preparación y unos materiales complejos, por ello es uno de los favoritos en los centros escolares. Es un deporte de equipo y por tanto favorece la relación entre los compañeros, además implica movimientos rápidos y concretos, coordinación, agilidad y resistencia.


El voleibol se puede practicar a partir de los seis años


Como deporte se puede empezar a practicar a partir de los 6 o 7 años de edad, los niños ya tienen las habilidades motoras suficientes para poder jugar así como la capacidad para entender las reglas de juego a la perfección. El hecho de ser un juego en el que hay que pasarse la pelota unos a otros e intentar colocarla en el campo contrario, gusta mucho a los niños. Pasar la pelota es una de sus actividades favoritas desde que son pequeños y el hecho de que sea con las manos y por el aire lo hace más divertido y accesible. A esto se une el aliciente de colarle el tanto al contrario, un punto de rivalidad necesario para motivar a los jugadores.

En el voleibol hay dos equipos de cinco jugadores, cada uno debe mantenerse en su posición, que puede ser ataque, defensa o bloqueo. No mantienen el contacto físico que pueda darse en el fútbol o en el baloncesto por lo que las lesiones o la agresividad que pueda darse por esos roces está muy disminuida. Manteniendo sus posiciones el balón se pone en juego con el objetivo de hacerlo llegar al contrario y marcarle un tanto.


El voleibol fomenta la coordinación motora y la concentración


Es un deporte donde tienen mucha importancia la forma de golpear al balón, los saltos y los movimientos de manos y brazos. Esto hace que los jugadores desarrollen una habilidad especial, además de la resistencia habitual que se requiere cuando se practica cualquier deporte. La coordinación, propia y con el resto de compañeros, es muy importante fomentando así el trabajo en equipo. Los practicantes de voleibol desarrollan también una gran agilidad y sus movimientos son más precisos. Es un deporte rápido, por lo que los niños deben tener la capacidad de adaptarse a los cambios que surjan y mejorar su reacción.

Como cualquier deporte escolar el voleibol ayudará a los niños a jugar ‘según las reglas’, apostando por valores como la deportividad, el compañerismo , el respeto a los rivales, el trabajo en equipo y la auto superación, la disciplina y un estilo de vida saludable. Todo ello de una forma lúdica y divertida.