Anemia infantil en bebés y niños

La anemia infantil es una enfermedad que se caracteriza por la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre. Se calcula que casi la mitad de los niños menores de 3 años la padecen en algún grado, y en la mayoría de los casos se soluciona proporcionando una dieta con alimentos ricos en hierro y frutas ricas en vitamina C, que ayudan a la absorción del mineral.

La hemoglobina es la proteína del cuerpo que se dedica a transportar el oxígeno que necesita el organismo por todos los tejidos y órganos.

Cuando no hay suficiente, también se reducen los glóbulos blancos de la sangre, y el cuerpo no funciona como es debido.

Cuando una analítica de sangre indica que el niño no tiene suficiente hemoglobina, significa que padece anemia. Lo más normal es que esto suceda por falta del hierro necesario para que se forme, o porque el organismo del niño no puede absorberlo correctamente.


Causas de la anemia en los niños


Ya hemos dicho anteriormente que la principal causa de anemia infantil es la deficiencia de hierro, habitualmente originada porque el niño no come alimentos ricos en este mineral. De todos modos, existen otros motivos por los que un niño puede padecer anemia:

  • Enfermedades parasitarias intestinales, que provoquen pequeñas pérdidas de sangre.
  • Infecciones urinarias, y enfermedades como la tuberculosis, el paludismo, o la leucemia.
  • Algunos antibióticos pueden producir anemia cuando se usan por largos periodos de tiempo.
  • Deficiencia en vitamina B12.

Consecuencias de la anemia infantil


El nivel de hemoglobina en sangre de un niño y el funcionamiento de su cerebro están estrechamente relacionados. Se ha demostrado que el hierro necesario para que la hemoglobina sea la correcta, es también un elemento fundamental para que se den las conexiones neuronales, así como para el funcionamiento de los neurotrasmisores, que son las sustancias químicas que se encuentran en el cerebro y permiten la transmisión de la información y actividad eléctrica.


Síntomas de la anemia


Un niño que padece anemia puede presentar síntomas como palidez en las mucosas del interior de los párpados y de la boca, sensación permanente de frío, prolongada fatiga física y somnolencia aguda.

Si se trata de una anemia infantil importante, también se puede dar casos de taquicardia, malhumor, irritabilidad, y pérdida del apetito. Si los padres notan que su hijo, además, tiene una sudoración excesiva, acompañada de fatiga y taquicardia, hay que acudir a urgencias de inmediato, ya que podría tratarse de una anemia producto de una hemorragia interna aguda.


Tratamiento de la anemia infantil


Las anemias infantiles habituales – es decir, las que no se corresponden con hemorragias o parásitos intestinales – se tratan normalmente estableciendo una dieta rica en hierro, vitamina B12 y ácido fólico, en la que se incluyan alimentos como carnes rojas, vísceras y vegetales crudos, entre otros alimentos.

Además, es importante prevenir la anemia infantil ya desde el embarazo. Hay que tener en cuenta que si una mujer está anémica durante su gestación, su hijo tendrá el triple de posibilidades de sufrir esta enfermedad durante el primer año de vida.