Bebés y niños con paperas

La mayoría de niños padecen paperas durante su infancia, especialmente en su etapa escolar, aunque su incidencia es muy diferente en la actualidad por el uso generalizado de vacunas. Es fácil detectar que un pequeño se ha contagiado, ya que se caracteriza por una más que visible hinchazón de las glándulas salivales.

La primavera es la época del año con mayor incidencia de aparición de casos de paperas, cuyo contagio es posible desde dos días antes de que aparezca la inflamación propiamente dicha, hasta 9 días después.

De hecho, es importante tener en cuenta que se incuba durante unas dos o tres semanas, y que durante este tiempo se puede contagiar.

Las paperas se transmiten a través de la saliva que se expulsa en los estornudos y la tos, y que facilita que entre el virus por las vías respiratorias.


Síntomas de las paperas


Aunque es una enfermedad completamente benigna, la verdad es que las paperas tienen síntomas muy llamativos, y dolorosos. Pueden hincharse las dos glándulas parótidas, o solo una, y llegar a deformar la apariencia de la mandíbula.

Esta inflamación provoca malestar (que incluye incluso un poco de fiebre) pero, sobretodo, molestias al comer y al hablar. En algunos casos, aparecen síntomas añadidos, como dolor de cabeza importante, y problemas digestivos.


Tratamiento de las paperas


Las paperas tienen un origen vírico, por lo que no se pueden tratar con medicamentos para curarlas. Solo hay que tomar medidas para ayudar a que el paciente se sienta mejor, y tomarse con paciencia el proceso.

En todo caso, hay que tomar medidas profilácticas como evitar compartir cosas personales, y procurar que las mujeres embarazadas no estén en contacto con el paciente.

El principal tratamiento que se puede administrar a un niño con paperas es aliviarle el dolor y la fiebre con antipiréticos y analgésicos infantiles. También le sentará bien ponerle un paño mojado en agua caliente en la zona afectada, y administrarle abundantes líquidos.


Las complicaciones de las paperas


Es muy raro que los niños con paperas tengan complicaciones en el proceso de su enfermedad, pero los médicos reconocen una pequeña posibilidad de que sufran meningitis, encefalitis u orquitis.

La orquitis es una inflamación de los testículos que puede acabar, en casos muy excepcionales, en esterilidad. Esta complicación de las paperas se da en un 20 % de los adolescentes que sufren paperas.


Prevención de las paperas


Las paperas son una inflamación de tipo vírico, por lo que la única manera de prevenirlas es vacunando a los niños y bebés contra ella. En la actualidad, esta vacuna forma parte de la conocida como triple vírica, que se pone a los bebés de un año, y que incluye la prevención contra el sarampión y la rubéola.

Los padres de niños menores de 6 meses no tienen por qué preocuparse de que su hijo se contagie de paperas, ya que la madre durante el embarazo les pasa anticuerpos que les protegen de enfermedades de origen viral, como ésta.