La cara de sueño en el trabajo, las ojeras y el cansancio permanente configuran el cuadro clásico de los recién estrenados padres, que pasan largas noches pegados a su bebé: son víctimas de los temidos cólicos del lactante.
Es frecuente que muchos padres acudan a las urgencias hospitalarias desesperados tras observar que su bebé pasa largas horas llorando sin causa aparente.
Una vez allí, el pediatra les indica que su bebé está sano y que no deben temer nada, ya que está atravesando un proceso normal a su edad: los cólicos del lactante.