Mi hijo tiene problemas de visión

Estudios recientes han revelado que el número de pequeños con problemas de carácter visual ha aumentado considerablemente, por lo que es importante que los padres acudan con sus hijos al especialista, al oftalmólogo, para que proceda a revisar la vista del pequeño.

Y es que, si tuviera algún problema, es importante atajarlo cuanto antes, ya que, de hecho, aproximadamente un veinte por ciento de los niños necesita algún tipo de corrección visual según los datos que han arrojado estos últimos informes.

Además, es fundamental que los padres también intenten detectar si el pequeño tiene alguna dificultad y por ello, será necesario que les observen para comprobar si hay algún comportamiento que demuestre que no ven correctamente.


Síntomas de defectos visuales en niños


Por ejemplo, no será complicado detectar que el niño sufre algunos trastornos, tales como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo.

Y es que, en estos casos, los padres se percatarán cuando vean que se acerca mucho a la televisión, así como a los libros cuando está leyendo e incluso a la pantalla de la videoconsola. Además, también suelen parpadear con frecuencia y perder la concentración con facilidad, es decir, se distraen y por ello suelen tener dificultades a la hora de realizar los deberes del colegio.

También hay niños que si sufren estos trastornos tienen otros síntomas, tales como lagrimeo constante, así como frecuentes dolores de cabeza e incluso mareos. En algunos casos más concretos, los pequeños pueden incluso acostumbrarse o habituarse a hacer gestos con la cara o fruncir el ceño con frecuencia, quizás porque sienten que no ven bien e inconscientemente acaban por hacer esas muecas.

De ahí la importancia de la atenta mirada de sus padres que, en ocasiones, si detectan algunos de estos gestos o comportamientos, pueden comentárselo a sus profesores para que también en el colegio se fijen en si el pequeño demuestra que tiene algún problema visual.

Por ello, en el caso de que los padres crean que sí que pueda existir algún trastorno, así como cuando no exista ningún tipo de síntoma o manifestación de que el pequeño no vea adecuadamente, deberán llevar a sus hijos a revisión al menos una vez al año. Los especialistas recomiendan programar esta consulta al principio del curso escolar, ya que, si el pequeño no viese bien, se le pondría solución cuanto antes.


La vista y su relación con el rendimiento escolar


De hecho, si no se controlan algunas de estas patologías relacionadas con la vista pueden acabar influyendo, como se dijo anteriormente, en el rendimiento escolar del pequeño. De hecho, aunque hay niños que se quejan y les comentan a sus padres que no ven bien o que les duele la cabeza, por ejemplo, hay otros pequeños que no prestan atención a estas molestias y no les dicen nada a sus padres.

En definitiva, será fundamental que se sometan a estas sencillas revisiones, ya que, a veces lo que quizás parezca un problema de aprendizaje o de falta de interés e incluso dificultad para concentrarse, puede ser realmente un problema de visión que finalmente impide al pequeño hacer sus tareas y deberes diarios y seguir el ritmo del curso escolar.