Miopía, astigmatismo e hipermetropía en bebés y niños

La miopía, el astigmatismo y la hipermetropía son las afecciones más comunes de la vista, se pueden dar de forma conjunta en un mismo ojo o por separado y cada una de ellas afectará a la vista de una forma distinta. Estos tres problemas de la vista son también los más frecuentes entre niños y bebés.


La miopía en bebés y niños


La miopía es de las tres la más común, se calcula que el 25% de la población española es miope en mayor o menor grado.

En este caso hay dificultad para percibir objetos lejanos. Esto es causado por que la imagen que vemos se forma delante de la retina, en lugar de en la misma retina como sería lo normal, por tanto no se ve bien de lejos, lo que puede conllevar dolores de cabeza, estrabismo e irritación del ojo. Las causas que la provocan son básicamente hereditarias, los hijos de padres miopes tienen muchas posibilidades de desarrollar también el problema. También hay una corriente que habla de la cada vez mayor incidencia de los factores ambientales. El hecho de trabajar, leer, hacer cosas de cerca o vivir en ciudades, alejados de grandes extensiones abiertas en las que perder la mirada, acaba provocando que se pierda vista de lejos. En cualquier caso hay que estar atento a un problema de miopía en el niño que entrecierra los ojos para mirar a lo lejos o que se queja de no ver bien la pizarra u otros objetos alejados. Las gafas son la solución, puede que el niño solo las necesite para ver de lejos y no deba llevarlas para leer o escribir, será el oftalmólogo el que valore su grado de visión.


La hipermetropía en bebés y niños


La hipermetropía refleja el caso contrario a la miopía, se ve mal de cerca. La imagen se refracta en un punto situado detrás de la retina. Los niños hipermétropes pueden ver si problema en las distancias largas pero tienen dificultades a la hora de trabajar de cerca. En general no suele disminuir su agudeza visual por que compensan este déficit acomodando el ojo, esto implica que el cristalino debe hacer un esfuerzo lo que acaba provocando dolores de cabeza, fatiga visual e incluso retrasos en el aprendizaje. Por eso lo mejor es llevar gafas cuando se realicen actividades que impliquen una visión de cerca.


El astigmatismo en bebés y niños


El astigmatismo se cataloga como un problema de nacimiento producido por una deformación en la curvatura de la córnea que impide enfocar objetos cercanos. La córnea se achata en sus polos produciendo imágenes poco nítidas y distorsionadas, en general impide visualizar detalles, ya sea de cerca o de lejos. Provoca dolores de cabeza, mareos y visión borrosa, en ocasiones incluso puede haber visión doble. Las gafas son de nuevo la solución al problema.

En todos estos casos será el especialista el que evalúe la vista del niño, suele ser habitual que se de más de un problema, un ojo con miopía y astigmatismo y otro con hipermetropía, por ejemplo. Las gafas se ajustarán a las necesidades de cada uno evitando que el niño tenga carencias en su visión.