Obesidad infantil: problemas de sobrepeso en los niños

Es un hecho que la obesidad infantil es un problema que va a más en nuestra sociedad. Los últimos estudios hablan de más de un 15% de niños obesos en España, cuando hace apenas 15 años este porcentaje estaba en torno al 5%. Es un crecimiento desproporcionado para un trastorno que ha provocado el contexto en que vivimos más que razones de tipo genético o metabólico.

El sobrepeso en los niños es un problema que se ha creado en nuestra sociedad y que por tanto tiene solución.

Hay que ponerse manos a la obra de inmediato, ya que no estamos hablando simplemente de niños gorditos en lo que se refiere a la parte estética, sino de niños que debido a esa obesidad pueden desarrollar problemas de salud que les van a acompañar durante su vida adulta.


Consecuencias del sobrepeso y de la obesidad


Los niños obesos tienen muchas probabilidades de desarrollar diabetes, además de mayores riesgos cardíacos, problemas en las articulaciones, trastornos hepáticos, colesterol, hipertensión… Son todas enfermedades que no se suelen asociar a los niños pero que pueden hacer su aparición a temprana edad, agravándose en la edad adulta y disminuyendo mucho la calidad y la esperanza de vida de la persona.

A estos factores físicos hay que sumar otros de tipo psicológico, pese a que cada vez más personas son obesas este es un problema que no está aceptado en una sociedad donde el culto al cuerpo sigue dominando, por eso es habitual que los niños con sobrepeso sean objeto de burla y por lo tanto esto acabe afectando a su autoestima, la imagen que tienen de si mismos se deteriora y pueden volverse niños tristes y aislados.

Pero como comentábamos en la mayoría de casos el sobrepeso infantil tiene fácil solución, solo se trata de organizar una dieta equilibrada y de incentivar la actividad física. No se trata de que el niño pase hambre si no de cambiar una serie de malos hábitos por otros más saludables. Ante todo hay que desterrar de la mesa la comida rápida, los bollos, refrescos, chocolates, gominolas… el niño puede tomar un bollo de vez en cuando pero esa no puede ser su merienda de todos los días, cuesta más hacer un bocadillo de jamón que comprar el dulce pero hay que pensar en la salud de nuestro hijo. La dieta equilibrada con presencia de todos los grupos de alimentos es el paso fundamental para que el niño no reciba más grasas que nutrientes y esto se debe hacer desde que son pequeños, de esta forma evitaremos que el problema llegue a aparecer.


La vida sedentaria en los niños


La vida sedentaria es otro de los causantes de la obesidad, lo niños ya no salen a jugar a la calle como antes, la tele y los video juegos son ahora sus entretenimientos, pero esto no implica que no podamos apuntar a nuestro hijo a realizar alguna actividad deportiva de su agrado, también podemos aprovechar los fines de semana para salir en bici, a correr o a practicar cualquier actividad física.

Evitar el sobrepeso de los hijos está en gran medida en manos de sus padres y cuidadores, deben ser los primeros concienciados del flaco favor que les hacen si no intervienen en esta parcela tan importante para su salud.