¿Qué son los miomas? ¿Se pueden erradicar?

Los miomas son tumores que padecen prácticamente la mitad de las mujeres a lo largo de su vida. Su incidencia es tan grande que afectan a todo tipo de mujeres, con hijos o no. De hecho, se consideran algo inherente para las personas del sexo femenino.

La mayoría de miomas aparecen sobre los 30 años, y los estrógenos ayudan a su desarrollo, con lo que las que toman píldoras y las embarazadas tienen más números para sufrirlos.

Lo mismo ocurre con las menopáusicas.


Los miomas y la cirugía


Un mioma no es más que una acumulación anormal de células de la matriz, que han crecido descontroladamente. Esto hace que pueda tener muchas formas y tamaños, desde milímetros a grandes dimensiones, con kilos de peso.

Aunque estos tumores no son cancerígenos, la verdad es que sus dimensiones a veces provocan que la cirugía sea inevitable, ya sea porque son demasiado grandes, o porque oprimen algún órgano y provocan hemorragias.

De todos modos, no se puede generalizar la cirugía como una opción única para tratar los miomas. De hecho, muchos de ellos pueden simplemente irse controlando por parte de un médico, sin tener que hacer nada más. De hecho, operar porque sí tampoco está recomendado. Lo esencial es mantener los síntomas bajo control y observar la evolución.


Los principales síntomas de los miomas


A pesar de que los miomas no tienen porque presentar síntomas, no podemos dejar de mencionar cuales son los principales que se pueden dar, y que incluyen un aumento del abdomen, sensación de llanura en el abdomen bajo, estreñimiento crónico y problemas a la hora de orinar, entre otros.

En algunos casos, los miomas pueden perjudicar la fertilidad de la mujer, si están situados de manera que afectan las Trompas de Falopio de la mujer. En cambio, si están cerca del útero pueden afectar el desarrollo del feto o, incluso, provocar un aborto o un parto prematuro.


La cirugía en el tratamiento de los miomas


En el caso de que haya que operar un mioma, los médicos abogan hoy en día por cirugías mínimamente invasivas, que dañen lo mínimo posible el aparato genital femenino.

Mayoritariamente, se inclinan por la laparoscopia, ya que sus mínimas incisiones posibilitan una recuperación en un máximo de 3 días para que la mujer se pueda incorporar a la vida normal.


La valoración médica de un mioma


Cuando el médico percibe que el útero de una mujer está excesivamente desarrollado, opta por hacerle una ecografía ginecológica abdominal o transvaginal. De esta manera, se descarta que no sea un tumor cancerígeno, y que la paciente no esté embarazada.

Al confirmar la existencia del mioma, el médico abogará por una serie de controles periódicos del problema, y por el tratamiento que considere más adecuado.

La verdad es que no se puede definir la necesidad de un tratamiento u otro para hacer frente a un mioma. Todo depende de las características de los miomas, de los síntomas, y de si la mujer quiere o no tener hijos en el futuro. Eso sí, si la mujer tiene un exceso de peso, siempre se lo recomienda adelgazar para evitar que los miomas vayan a más.