Más pescado para la madre y el bebé

Es muy importante que la mujer siga una dieta rica, variada y equilibrada, tanto, durante el embarazo como después, cuando amamante a su pequeño. Asimismo le servirá para recuperar la forma y recuperar fuerzas. Y en ese dieta, sin duda, tiene un papel muy importante el consumo de pescado, ya que es fundamental para la salud de la madre y también para la de su pequeño.

Es cierto que al contener omega 3 se recomienda tanto durante el periodo de gestación como después, ya que tanto el pescado como el marisco son ricos en este nutriente.

De hecho, estos ácidos grasos llegan al pequeño a través de la placenta mientras aún está en el útero materno y los especialistas destacan sus beneficios en cuanto al desarrollo neurológico del bebé. Asimismo, influye en el aumento de la capacidad intelectual del pequeño.


Es conveniente tomar pescado al menos tres veces a la semana


De hecho, diversos estudios científicos han demostrado que las madres que tomaron pescado con asiduidad, es decir, dos o tres veces por semana durante los meses de embarazo, tuvieron hijos que a los cuatro años de edad mostraron mayor nivel o capacidad intelectual que aquellos cuyas madres no habían consumido este alimento.

De este modo, los médicos recomiendan especialmente el atún, el abadejo y los camarones. Además otros como el salmón, la anchoa o la sardina tienen un ácido graso polinsaturado específico que, según los estudios realizados en torno a ello, se ha demostrado que influyen positivamente en la agudeza visual del pequeño, así como en su desarrollo psicomotor.

Por el contrario, se deben evitar la caballa, el pez espada y el tiburón, ya que son ricos en mercurio y por consiguiente no son beneficiosos, puesto que, puede afectar tanto a la mamá como al pequeño. Y es que, aunque casi la totalidad de los pescados y mariscos contienen mercurio, los hay que lo tienen en mayor cantidad que otros. Así, además de evitar los que tienen un alto nivel de este elemento, tampoco habrá que comer mucha cantidad de los que tienen bajos niveles de este elemento. Ni un extremo ni otro. Con dos raciones a la semana será suficiente. Y es que, si se ingiere mucho mercurio puede, entre otras consecuencias, provocar daños en el sistema nervioso del bebé.


Introducción del pescado en la dieta del bebé


Será conveniente que el pequeño cuando vaya creciendo tome papillas que incluyan pescado. Por lo que se añadirá a las de verdura a partir de los ocho o nueve meses, pescados blancos, tales como la pescadilla, la merluza, el lenguado o el gallo. Y es que, no sólo será muy aconsejable para su alimentación mientras que esté en el vientre materno o amamantado por su madre, sino que este alimento deberá seguir en su dieta conforme vaya creciendo.

Sin embargo, la mujer deberá tener precaución a la hora de su consumo, en cuanto a la forma de cocinarlo y prepararlo. Así, se recomienda quitarle la piel, puesto que es ahí donde se almacenan el mayor número de sustancias químicas y también es fundamental que se cocine muy bien, con el fin de que no haya riesgo de ingerir otras sustancias inadecuadas. Se recomienda no tomar sushi, es decir, no comer pescado crudo, ya que puede provocar intoxicaciones, debido a los parásitos que puede tener como el anisakis, realmente perjudicial para la salud.