Cuando llegan los largos meses estivales se plantea la duda de como ocupar el tiempo libre de nuestros hijos, con los abuelos, con cuidadores, en escuelas o en campamentos de verano. Esta última opción es una de las más positivas que vamos a poder ofrecer a los niños, entre muchas otras cosas van a aprender a valerse por si mismos, realizarán nuevas actividades y aumentará su sentimiento de pertenencia a un grupo.
Irse de campamento es una de las mayores experiencias que se pueden vivir en la infancia, para el niño supone un paso muy importante, se separa de sus padres y aunque siempre existe cierto temor, al cabo de poco tiempo se da cuenta de todo lo que es capaz de hacer por si mismo.