¿Por qué debo vacunar a mi hijo?

Muchos padres pueden tener dudas acerca de la conveniencia de vacunar o no a sus hijos, de hecho existen grupos de personas denominadas “grupos para la libertad vacunal” que señalan inconvenientes de la vacunación y defienden que en España no existe la obligatoriedad expresa de vacunar a los niños.

Sin embargo, desde los ámbitos sanitario y educativo se recomienda firmemente la vacunación, por la salud del propio niño y la de la sociedad en general.


¿Cómo actúan las vacunas?


Las vacunas son sustancias elaboradas con microorganismos muertos o gérmenes atenuados, no tienen demasiada fuerza como para provocarnos la enfermedad aunque sí la suficiente como para que el organismo desarrolle los anticuerpos o defensas necesarias para combatirla si vuelva a entrar en contacto con ella.

La vacunación protege de las enfermedades y del contagio a otras personas, evitando brotes epidémicos, en algunos casos graves, con secuelas y llegando a producir incluso la muerte.

En España, gracias al sistema de vacunación universal, muchas enfermedades prácticamente han desaparecido, no obstante es importante que continuemos vacunando a los niños ya que pueden contagiarse de personas que provienen de otros países así como de personas de este país que viajan al extranjero donde dichas enfermedades son más frecuentes.

Además, se evita el contagio a personas que por diversas situaciones puedan no estar vacunadas como las personas con problemas alérgicos, inmunodeficiencias u otras enfermedades graves.

Con el sistema de vacunación, se consigue crear una barrera inmune que protege a la sociedad en general de la circulación de éstos microrganismos infecciosos.


¿Qué riesgos tiene la vacunación?


Las vacunas suelen tener efectos adversos de carácter leve y transitorios tales como:

– Dolor o hinchazón en el lugar de la punción

– Aparición de un pequeño bulto en el lugar del pinchazo

– Fiebre posterior a la vacunación. Debe administrarse un antitérmico y consultar al pediatra si se mantiene más de 24 horas o aparecen más síntomas.

Existen algunos FALSOS MITOS sobre las vacunas:

“Las vacunas pueden producir enfermedades graves e incluso la muerte”

En la actualidad las vacunas son muy seguras, los efectos secundarios son mínimos comparándolos con el beneficio que revierten para el niño y la sociedad. Existen amplios estudios que avalan la eficacia y la ausencia de relación de las vacunas con otras enfermedades que popularmente se han asociado.

“Algunas vacunas pueden causar autismo u otras enfermedades raras”

No existen pruebas científicas que avalen esta afirmación, a pesar de que hoy en día se ha producido un aumento de dichas enfermedades, los expertos señalan que no existe relación con la vacunación, sino con un sistema médico más avanzado que detecta mayor número de casos.

“Recibir muchas vacunas puede sobrecargar al sistema inmune”

Los niños están expuestos a una infinidad de agentes antigénicos para su sistema de defensa, por ello precisamente, el sistema inmune funciona correctamente. Diversas instituciones como el Instituto de medicina de los EEUU de Norteamérica han señalado que la carga para el sistema inmune de las vacunas infantiles no es apreciable.

“Algunas vacunas contienen mercurio que es tóxico para el sistema nervioso central”

Es cierto que se ha venido utilizando una sustancia denominada Timerosal que contiene mercurio para la fabricación y conservación de las vacunas. Hoy en día, prácticamente ninguna de las vacunas del sistema de las comunidades autónomas españolas contiene cantidades significativas de estas sustancias que se han ido eliminando o sustituyendo por otras.