Materiales recomendados para los niños en la piscina

El agua es uno de los elementos en el que más disfrutan los niños, playas y piscinas se convierten en su hábitat natural cuando llega el verano. Para sacar el máximo partido a estos ratos de dispendio se pueden utilizar diversos materiales que no solo sirven de divertimento a los niños, si no que además son una buena ayuda para que mejore su relación con el agua.

Al hablar del tipo de materiales habrá que tener muy en cuenta la edad del niño.

Desde que son bebés pueden empezar a conocer el medio acuático, de hecho es muy recomendable asistir a clases de matronatación, no solo por la seguridad del bebé, sino porque mejoran mucho los lazos afectivos además de resultar beneficiosas para su desarrollo. Cuando son muy pequeños el único material que necesitan son los brazos de su madre o del monitor, pero a partir de los dos o tres años entran en juego manguitos, flotadores, chalecos, burbujas que se colocan en la espalda, tablas de corcho o cilindros.


No se necesitan los mismos materiales cuándo están en la piscina por ocio que en un curso de natación


Su uso va a depender de si hablamos de clases dirigidas por un monitor o si estamos pensando solo en el divertimento de los niños. En el primer caso, en función de la edad y de los objetivos a conseguir, se emplearán unos u otros. Lo normal es que no se abuse de estos materiales ya que lo que se pretende cuando se utilizan como parte de una clase, es que el niño aprenda a sostenerse por si solo. Se pueden utilizar cuando el niño se está iniciando en la natación con el fin de que tenga seguridad y también como parte de un ejercicio. Por ejemplo las tablas y los cilindros forman parte de actividades concretas para ejercitar piernas o brazos.

Si hablamos de un uso lúdico la cosa cambia. Lo primero es que los padres se aseguren de que los flotadores, maguitos, corchos o colchonetas que compren cumplan con la normativa de seguridad establecida. Lo siguiente será supervisar su uso, especialmente cuando se trata de niños muy pequeños. Nunca se debe dejar solo a un niño de dos años en un flotador, sus movimientos son imprevisibles y podrían deslizarse o quedar boca abajo. Lo mismo sucede con los manguitos y resto de materiales acuáticos.


Los juguetes acuáticos más divertidos


Si lo que se pretende es ofrecer al niño un material con el que además de divertirse pueda ejercitarse podemos optar por los citados cilindros, burbujas o corchos. Los cilindros pueden ser una improvisada bicicleta y las tablas un apoyo para impulsarse con las piernas. El uso que se le de a estos materiales va a depender mucho de la imaginación de los niños.

En general cualquier material homologado puede servir para ser utilizado en la piscina, habrá que vigilar que no tenga bordes cortantes, que sea resistente, antialérgico y no desprenda ninguna sustancia. Por tanto, además de lo visto se puede pasar un buen rato o entrenarse en el agua con pelotas, porterías, aletas, discos o palas.