Cómo interpretar los dibujos de los niños

Coger un lápiz y empezar a rayar y garabatear es una de las conductas casi instintivas de los niños cuando son pequeños. En el momento que descubren la relación entre los movimientos de su mano y lo que se plasma en el papel a través de una pintura, se abre ante ellos todo un mundo de posibilidades que según vayan creciendo irá tomando más importancia.

Los dibujos son la forma a través de la cual los niños plasman su visión del mundo, aunque esto no ocurre desde el primer momento.

Van atravesando una serie de fases hasta llegar a ese punto en el que podemos decir que sus dibujos son significativos y sirven para entender mejor lo que siente nuestro hijo.


A partir de los dos años un niño empieza a dibujar con sentido


Antes de los dos años coger un lápiz y pintar es lo mismo para ellos que lanzar una pelota o hacer rodar un coche, les sirve para practicar su psicomotricidad y para empezar a entender la relación causa-efecto. A partir de los dos años esos primeros trazos y garabatos empiezan a tener un sentido para ellos, puede ser un perro, un niño o su padre. Pero será en torno a los cuatro años cuando los dibujos empiecen a parecerse a la realidad, lo que más les gustará será dibujar la figura humanan y sabrán emplear los diferentes colores en sus representaciones. En este punto ya será posible vislumbrar aspectos de su forma de ser a través, por ejemplo, de la forma de coger el lápiz, de cuanto apriete al pintar o de como sean sus trazos, pero cuando los dibujos son más útiles es a partir de los cinco años, ya son capaces de pintar cualquier objeto o situación.

El dibujo será por tanto una herramienta muy útil, aunque no debe ser el único parámetro a considerar si queremos saber como es o como se siente un niño sí nos ofrece unas líneas de orientación básicas bastante acertadas.

A la hora de interpretar un dibujo habrá que tener en cuenta las características del niño, su entorno familiar y social y las circunstancias personales por las que atraviese. Del mismo modo se pueden observar varios parámetros en un dibujo.


Claves para interpretar un dibujo infantil


Uno de los más claros es el trazo y la presión del mismo. Los trazos continuos, sin cortes, suelen indicar que se trata de un niño dócil, tranquilo, en cambio si son trazos con muchos cortes e interrupciones hablamos de un niño más impulsivo e inseguro. Si además los trazos son fuertes esto indica agresividad, si la presión es adecuada se trata de un niño entusiasta y con voluntad y si es muy suave indica todo lo contrario.

También es importante la elección del color, cuantos más colores compongan el dibujo más motivación y entusiasmo demuestran, y dentro de cada color hay unas connotaciones. El rojo por ejemplo indica actividad, el amarillo curiosidad, el negro representa el inconsciente y el azul la tranquilidad.

A la hora de estudiar un dibujo se tiene en cuenta además el tamaño del mismo, los grandes muestran seguridad y los pequeños en cambio pueden mostrar un niño reflexivo o con falta de confianza. Según donde estén ubicados también servirán para valorar las características del niño, cuanto más arriba del folio más relación hay con la imaginación y la curiosidad. En la parte baja los dibujos hablan de sus necesidades mientras que el centro informarán sobre el momento actual.