No cuesta nada desplegar los juguetes por toda la habitación, incluso por toda la casa, la dolorosa llega cuando se trata de recogerlos. Comienza ahí una lucha constante entre padres e hijos para lograr que recojan todos sus juguetes.
Recoger los juguetes es una tarea ingrata para los pequeños, guardar en sus cajas cada objeto es lo mismo que renunciar a esos mundos imaginarios, a esas historias que han estado un buen rato elaborando, se desmonta la fantasía y se vuelve a la realidad.
Por eso los padres tienen que ayudar a sus hijos a que esta tarea sea lo menos desagradable posible y lo primero es hacerles entender la importancia de recoger.