El juego forma parte indispensable de la vida del niño, es la manera a través de la cual interpreta el mundo que le rodea, juegos y juguetes le ayudan a desarrollar su imaginación, creatividad y a entender las reglas que rigen su sociedad.
Es a partir de los 2 años cuando el juego empieza a adquirir ese aspecto simbólico tan necesario para el adecuado desarrollo cognitivo y emocional del menor.
Antes de esa edad el niño se limita a manipular piezas, jugar a meter y sacar objetos o entretenerse con juguetes musicales, pero a partir de los 2 y sobre todo los tres años notaremos como el niño juega a hacer la comida, conducir un coche, ir al cole… Empieza a reproducir en forma de juego todo aquello que observa y vive en su entorno.