Método Lidcombe: tratamiento temprano de la tartamudez

De las antípodas llegó hace unos pocos años un nuevo tratamiento para abordar la tartamudez infantil, se trata del método Lidcombe desarrollado por el profesor Mark Onslow de la Universidad de Sydney, Australia. En su país de origen es el método que utilizan el 80% de los profesionales, aunque en nuestro país su incidencia actual es mucho menor.

La novedad de este método es que aborda por un lado el tratamiento de la tartamudez como un juego en el que se involucran completamente los padres, que acaban siendo los verdaderos logopedas del niño, y por otro que se centra en una franja de edad temprana, concretamente entre los 2 y los 6 años.


La mayor ventaja del método Lidcombe es que se trata de un tratamiento temprano


En este tratamiento temprano reside gran parte de su valor.

A estas edades los niños no son conscientes de que tienen un problema, por lo tanto es fácil trabajar con ellos desde el juego, si son más mayores saben lo que les ocurre y por tanto el valor de esa parte lúdica se desvirtúa ya que entienden que es una terapia.

Pese a que no se conoce a ciencia cierta el origen de la tartamudez, se habla de la interrelación de causas genéticas, sociales y psicológicas, lo que si está claro es que la intervención temprana es básica para evitar que el problema se agrave. Se ha comprobado que trabajar la tartamudez a estas edades hace que sus efectos disminuyan al mínimo una vez el niño es más mayor, de ahí el valor de este método.

Por otro lado la novedad es la intervención activa de los padres, pensemos que antes de los seis años el vínculo con sus hijos es muy fuerte, son su máximo referente por encima de los demás por lo que las acciones que estos lleven a cabo van a ser mucho más eficaces que las que pueda desarrollar un logopeda que no conoce al niño. Claro está que para que el método sea efectivo es el logopeda el que trabaja con los padres, cada caso es distinto por lo que las orientaciones variarán de una familia a otra.


Los ejercicios del método Lidcombe se plantean al niño como juegos


La labor se plantea en casa en forma de juego, todos los días los padres se reúnen con su hijo, para el niño no es más que un momento de diversión con sus padres, cuando lo que se está haciendo es trabajar su tartamudez. El tipo de juego dependerá de las características de cada caso, pero tiene que ser divertido, con media hora basta, se trata de premiar al niño cuando habla con fluidez y corregirle cuando se bloquea, pero no siempre.

Normalmente se trabaja todos los días en casa durante unos tres meses, combinando estas sesiones de juego con visitas al logopeda que valora los progresos y ofrece las indicaciones precisas. Al cabo de ese tiempo el grado de tartamudez del niño ha disminuido mucho, el tratamiento se relaja entonces aunque se mantiene el clima de apoyo y confianza que debe reinar en casa para que sea efectivo.