De las antípodas llegó hace unos pocos años un nuevo tratamiento para abordar la tartamudez infantil, se trata del método Lidcombe desarrollado por el profesor Mark Onslow de la Universidad de Sydney, Australia. En su país de origen es el método que utilizan el 80% de los profesionales, aunque en nuestro país su incidencia actual es mucho menor.
La novedad de este método es que aborda por un lado el tratamiento de la tartamudez como un juego en el que se involucran completamente los padres, que acaban siendo los verdaderos logopedas del niño, y por otro que se centra en una franja de edad temprana, concretamente entre los 2 y los 6 años.